JORNADA NBA / FINAL NBA 2010

Los suplentes de los Celtics igualan la serie que se decidirá en L.A

Robinson y, sobre todo, Glen Davis resultan capitales en el triunfo céltico

Bryant y Gasol no son suficiente para unos Lakers que se quedan sin Bynum

hispanosnba.com |

Kobe Bryant anotó 33 puntos y Pau Gasol, 21. De nada sirvieron. La excelente defensa local, la desigualdad en el rebote ofensivo y el partidazo de la segunda unidad bostoniana igualaron una eliminatoria en la que los Lakers parecen haberse quedado definitivamente sin Bynum.

Bynum se resintió de su lesión de rodilla en el tercer encuentro y su mal no hace más que empeorar. Anoche jugó los primeros 7 minutos y ya no volvió a salir en la primera parte. No partió el pívot como titular en el tercer cuarto y su aparición en la segunda mitad fue testimonial. Sin él, Gasol y Odom se quedaron solos en la lucha contra Garnett, Perkins, Davis y Wallace. La desigualdad numérica en las cercanías del aro se notó en el rebote, capítulo trascendental en el partido.

Pero para trascendental, el último cuarto que se marcaron los suplentes de Boston, con especial mención para un desatado Glen Davis, que acabó la noche con 18 puntos en 21 minutos de juego.

Es algo que ya nos debe sonar a todos. También los suplentes de los Suns hicieron un roto en la final del Oeste a los suplentes de los Lakers, una segunda unidad cada vez más en entredicho.

Boston 96 L.A. Lakers 89 (2-2)

Está siendo una extraña final. Competitiva hasta el extremo, dura, igualada, plagada de sorpresas y trampas, rica en estrategias, pero más bien pobre en el juego que gusta al aficionado. La ofensiva está en franco retroceso.

En este cuarto encuentro volvió a suceder. Y es que ganó un equipo en el que casi todas sus figuras no estuvieron a la altura en el ataque, pero en el que 6 jugadores anotaron 10 o más puntos.

Rondo apenas dio 3 asistencias y anotó 5 de sus 15 tiros de campo, Ray Allen hizo un 4 de 11 en juego con 0 de 4 en triples y no pudo otra vez con Fisher, al que -eso sí- metió en problemas de faltas, y Garnett estuvo muy intermitente y fue inferior a Gasol, aunque terminara haciendo un partido aceptable.

Con ese panorama surgieron los nombres más inesperados: Glen Davis y Nate Robinson. Dos suplentes que fueron la cabeza visible de la revolución protagonizada por la segunda unidad bostoniana en el último cuarto.

En ese cuarto, los esquemas defensivos angelinos, que tan bien habían ejecutado los pupilos de Phil Jackson en los 3 primeros cuartos, se vinieron abajo. Y es que tras recibir sólo 60 puntos en los primeros 36 minutos, los Lakers encajaron 36 puntos en los últimos 12. Una sangría que terminó por hacerles morder el polvo.

De esos 36 tantos finales, 21 llevaron la firma de los jugadores de banquillo locales. El papel estelar fue para un imparable Glen Davis (18 puntos y 5 rebotes en 21 minutos de juego) y el secundario de lujo recayó en Nate Robinson (12 puntos en 16 minutos). Ambos hicieron lo que ni Rondo ni Garnett supieron hacer durante todo el encuentro. Y el Garden se vino abajo, como en sus mejores noches, porque en el último cuarto la grada rugió como pocas veces.

El problema de los californianos radicó, por una parte, en la desaparición física de Bynum, que rompió el dominio interno de los Lakers, y por otra, en la reconocida incapacidad de los suplentes de Jackson: Farmar no termina de explotar, Brown está decepcionando, Vujacic sigue de capa caída, Walton ni siquiera jugó y Powell y Mbenga aún no se han vestido en toda la final porque no tienen sitio real en una final de este nivel.

Así, el único suplente válido que le queda a Los Ángeles es Odom, que en realidad ya ha empezado a ejercer de titular. Sigue creciendo, y su crecimiento resultará vital en el desenlace del campeonato.

Ante esta situación, Gasol y Odom no dieron abasto en la zona y aunque cuajaron buenos partidos, especialmente el español, terminaron claudicando. Los Celtics capturaron 16 rebotes ofensivos y anotaron bastantes puntos más en la pintura que su rival, dos aspectos claves en la victoria local.

Gasol estuvo bastante bien, pero no puede cargar con tantas tareas: anotar, rebotear, defender a Garnett, prolongar largas ayudas defensivas a los exteriores... Terminó con 21 puntos y fue el mejor Laker junto a un Bryant que fue capaz de lo mejor (33 puntos, 6 rebotes y 6 triples) y también de lo peor (perdió 7 balones y alternó grandes aciertos con errores de concepto en la fase final del partido por exceso de balón). Pero Kobe y Pau fueron, sin duda, lo mejor de lejos de estos Lakers, junto a la labor defensiva de Fisher y racheada de Artest.

Entre los locales, además de Davis y Robinson, cabe destacar el buen papel de Paul Pierce, que empezó como un tiro, luego desapareció, pero al final recuperó el pulso del partido y terminó con 19 puntos.

Los Lakers controlaron con maestría los 3 primeros cuartos a pesar de notar desde el principio que no podrían contar con Bynum. Gasol hizo una gran primera parte, Bryant jugó, como durante todo el partido, por rachas y Odom se fue asentando en la zona. Y se llegó al descanso con 42-45 tras un taponazo de Gasol sobre un triple de Ray Allen que cayó en las manos de Garnett para anotar éste sobre la bocina la última canasta antes de ir a vestuarios.

Para entonces, Pau y Kobe sumaban 25 puntos, prácticamente los mismos (27) que el 'big four' de los Celtics. Y en aquel momento, las suplencias de ambos equipos jugaban a la par, con buenas prestaciones de Brown y Farmar que no se correspondieron con una segunda parte en la que su aportación se convirtió en nula.

El tercer cuarto comenzó con dos tiros abiertos fáciles que Garnett erró, con 'Doc' Rivers demasiado preocupado de protestar a los árbitros (en este aspecto la palma se la llevó el siempre impresentable Wallace) y con Odom de titular en lugar de Bynum, que volvió del vestuario cuando ya se habían jugador 2 minutos del tercer acto.

Ray Allen empezaba a mostrar signos de impaciencia ante la concienzuda defensa de Fisher, que esta vez no ayudó demasiado en la ofensiva, y el partido se espesó mientras la grada gritaba cada vez más fuerte.

Fue en ese momento de espesura cuando apareció Garnett para anotar 2 canastas, dar 1 asistencia y poner por delante a los suyos (54-53). Segundos antes, Fisher había cometido su cuarta falta en su defensa de Ray Allen. Las cosas empezaban a complicársele al equipo de Pau Gasol.

Salió entonces Bynum, de forma testimonial pues apenas se mantuvo en la pista, también se vio de forma esporádica a Marquis Daniels y un par de triples de Bryant serenaron a su equipo que, aunque vivió un final un tanto desordenado, se fue del cuarto ganando por 60 a 62.

Luego vino lo ya contado. La ofensiva local pulverizó en el último cuarto a la defensa visitante. Los tableros fueron de Glen Davis. Los Lakers no jugaron lo suficiente con sus hombres altos y terminaron algo empantanados en ataque y el partido se les fue a los de L.A.

El acierto continuado de Davis, un 2 más 1 de Tony Allen, un triple de Wallace... y los Celtics se pusieron 79-70 mediado el cuarto tras anotar en las 8 posesiones iniciales de este último período. Y ya no se dejaron cazar.

Lo más cerca que estuvieron los Lakers fue a 6 puntos (87-81) y lo más lejos a 11 (85-74). En ese rango se movió el final de un choque en el que Rondo interceptó un pase de Bryant en la jugada que representó la rendición real de unos Lakers que tendrán que decidir la serie, si lo hacen, en su feudo. 

Boston 96 L.A. Lakers 89 (2-2)
BOSTON: Rondo (10), R.Allen (12), Pierce (19), Garnett (13), Perkins (6) -cinco inicial-, Robinson (12), T.Allen (3), Daniels (0), Wallace (3) y Davis (18).
L.A. LAKERS: Fisher (6), Bryant (33), Artest (9), Gasol (21), Bynum (2) -cinco inicial-, Farmar (3), Brown (5), Vujacic (0) y Odom (10).
Parciales: 19-16, 23-29, 18-17 y 36-27.