Gran sorpresa en el Quicken Loans Arena de Cleveland, donde los Cavs perdieron su primer partido de postemporada en el primer asalto de la final de la Conferencia Este contra Orlando Magic. Tras dominar en la primera parte, la defensa local hizo aguas en la segunda mitad.
De nada sirvió el partido memorable de LeBron James, que acabó con 49 puntos y 8 asistencias. De nada sirvió porque los locales perdieron una renta de 15 puntos alcanzada en la primera parte al recibir en la segunda 59 tantos, algo inusual que les llevó a la derrota.
Orlando tuvo fe en sus posibilidades y se llevó el triunfo amparándose en sus tres figuras (Howard -30 puntos y 13 rebotes-, Lewis -22 puntos- y Turkoglu -15 y 14 asistencias-) y en su segunda unidad, muy superior a la de los Cavaliers.
Cleveland 106 Orlando 107 (0-1)
El primer asalto de la final del Este fue pródigo en imágenes impactantes. Al poco de empezar Dwight Howard se cargó el reloj de posesión situado encima del tablero como consecuencia de un violento mate, sobre la bocina del final del segundo cuarto Mo Williams anotó un triple en el que pareció que estaba pisando la línea de 3, pero es que era ¡la línea de 3 de su propio campo! y LeBron James acabó el partido con sangre en la rodilla y un buen golpe en un muslo. Pero su dolor más intenso y profundo no procedió, a buen seguro, de los golpes, sino de la derrota.
Cleveland sólo había cedido hasta la fecha 2 partidos de los 45 que había disputado en su cancha. Sin embargo, esta tercera derrota de la temporada llega en mal momento, aunque no tan malo al tratarse del primer partido de la serie, cuando aún hay tiempo para recobrar el espacio perdido.
Llevaban los locales muchos días descansando tras su 4-0 a Atlanta. No jugaban desde el 11 de mayo. Mientras, su rival venía de una tremenda eliminatoria ante los campeones de 2008, Boston Celtics, un duelo que se alargó al máximo, hasta los 7 partidos.
Esta diferencia de actividad no pareció pesar nada en los Cavaliers, que salieron de forma contundente y protagonizaron una primera parte casi perfecta en la que a menos defensa de la habitual respondieron con un incontestable ataque.
Se fueron al descanso con 15 puntos de ventaja (63-48) tras el prodigioso triple de Williams desde su campo. LeBron James, entrevistado por la televisión, era todo felicidad. Su equipo estaba funcionando y su exhibición no dejaba lugar a dudas: 26 puntos al descanso tras lograr 14 puntos consecutivos en los últimos 4 minutos del segundo período, justo antes de que Williams trazara su triple imposible sobre la bocina.
Al otro lado, los hombres de Stan Van Gundy no terminaban de carburar. Su defensa se había hecho añicos como cristal de Bohemia y algunos hombres importantes como Turkoglu y especialmente Lewis no funcionaban. Sólo Howard -18 puntos en el ecuador del partido- mantenía el latido ofensivo del equipo.
El paso por los vestuarios sentó como mano de santo a los visitantes, que regresaron a la pista por la bocana de vestuarios con un ánimo bien distinto, como se pudo comprobar durante toda la segunda mitad.
Fue la segunda mitad el momento en el que por primera vez en mucho tiempo la defensa de los Cavs flaqueó. Y buena culpa de esa fragilidad vino dada por la gran interpretación del baloncesto que hicieron en la segunda parte las tres piezas angulares del juego de Orlando: Dwight Howard, Hedo Turkoglu y Rashard Lewis.
El primero fue una bestia en la zona y, aunque no puso tapón alguno, acabó con 30 puntos y 13 rebotes. El segundo demostró una vez más que su IQ es de los más grandes de la liga y esa inteligencia en el juego le llevó a acabar con 15 puntos y 14 asistencias -ya acumula 26 pases de canasta en los dos últimos partidos-. Y el tercero se salió en los momentos en los que se pedía poner toda la carne en el asador. A ellos tres se sumó, además, el buen papel de Rafer Alston en la dirección y de Mickael Pietrus desde el banco.
Lewis anotó 17 de sus 22 puntos en la segunda parte. Hizo una canasta importantísima a 31 segundos del final y a 14 segundos de la conclusión marcó el triple que decidió el partido colocando el resultado definitivo de 106-107.
Ese final resultó emocionante a más no poder. LeBron James había adelantado a los suyos con 2 tiros libres a 25 segundos del final (106-104), pero ese fantástico triple de Lewis dio la vuelta al marcador (106-107 a 14 segundos del fin).
Entonces llegó el meollo de la cuestión. Cleveland dibujó un maravilloso ataque en el que con toda la presión del mundo a sus espaldas hizo circular el balón con una enorme sabiduría y la posesión terminó en la esquina, donde Delonte West no pudo anotar el triple ganador, el balón salió escupido por el aro y un gran número de jugadores se lanzaron como posesos al suelo a por él, y la pugna acabó en lucha. Faltaba 1 segundo. El salto entre dos lo ganó James a Turkoglu y el tiro posterior de Mo Williams, de ejecución casi imposible, no entró por poco.
Así fue como LeBron James se retiró sangrando por la rodilla y cabizbajo, una imagen que nada tenía que ver con la que había mostrado en el descanso y con la que merecía su colosal rendimiento: 49 puntos, 8 asistencias, 6 rebotes y 3 tapones -2 de ellos, tremendos gorrazos a Howard-. Todo ello con una excelente serie en el tiro (20 de 30).
El problema de Cleveland no fue su quinteto -los 5 jugadores hicieron 10 o más puntos-, sino que radicó en la lamentable aportación de su suplencia que sólo fue capaz de anotar 5 puntos en todo el partido. Wallace, Szczerbiak y Gibson, 3 jugadores importantes en el pasado, fueron una sombra de sí mismos y no anotaron ni un solo punto en toda la noche. Un lastre demasiado grande como para que el equipo pudiera elevarse del suelo.
Los números:
- Cleveland: James 49 pt, 8 as, 6 reb, 3 tp y 3 tr (20 de 30 tc); Williams 17 pt (6 de 19 tc); Varejao 14 pt; Ilgauskas 10 pt y 10 reb.
- Orlando: Howard 30 pt y 13 reb (14 de 20 tc); Lewis 22 pt y 7 reb (9 de 13 tc y 3 de 4 t3); Turkoglu 15 pt, 14 as y 6 reb; Alston 11 pt y 8 as.
- Cleveland pierde su tercer partido en casa en la temporada tras disputar 46.
- Los Cavs llevaban un balance de 8-0 en postemporada y todos sus partidos los habían ganado por 10 o más puntos.
- Los locales sólo perdieron 5 balones, pero permitieron a su rival anotar 17 puntos al contraataque y encestar el 55,1% de sus tiros.
- Los visitantes asistieron 32 de sus 45 canastas.
- Howard, Lewis y Turkoglu sumaron 67 puntos con 27 de 44 en el tiro de campo.
- Los suplentes visitantes anotaron 25 puntos por 5 los locales, en los que sólo aportó Joe Smith; Gibson, Wallace y Szczerbiak hicieron 0 puntos en 26 minutos.