JORNADA NBA / Playoffs 2008 - Final Este

Boston pierde el factor cancha al caer derrotado en el Garden por los Pistons de Billups y Hamilton

El base y el escolta de Detroit anotan 19 y 25 puntos y logran las dos canastas decisivas

El 'Big Three' de los Celtics alcanza los 75 puntos, pero el equipo no rinde a su mejor nivel en defensa

hispanosnba.com |

Se veía venir. Tal y como estaban estos Celtics y estos Pistons, la sorpresa podía llegar. El juego de Boston pendía de un hilo y anoche se rompió. Los de Doc Rivers perdieron el segundo encuentro de la serie (97-103), que pasa a estar empatada (1-1). Pero ahora los célticos ya no tienen el factor cancha.

La clave de la victoria visitante fue que su gran calidad colectiva en ataque resquebrajó la hasta ahora sólida e inexpugnable defensa de los Celtics, que defendieron a un nivel muy inferior a como lo venían haciendo en estos playoffs.

El mejor ejemplo de ello fueron las dos jugadas que resolvieron el encuentro, dos canastas que llevaron la firma de los dos mejores jugadores de Detroit: Hamilton (25 puntos) y un renacido Billups (19 puntos, 7 asistencias y ninguna pérdida de balón en 32 minutos).

Richard Hamilton anotó una canasta más que importante a 48 segundos del final. Fue a partir de una atrevida penetración por el centro de la zona que acabó con un espectacular y complejo tiro en suspensión en carrera. A Hamilton le defendía en esos momentos Kevin Garnett a ¡11 metros de la canasta!, un desajuste que aprovechó Hamilton para irse por velocidad. Mientras, Paul Pierce estaba en un 2 contra 1 debajo del aro. Para cuando Hamilton se escapó de Garnett y penetró, la defensa local estaba descoordinada, Rondo llegó tarde a la ayuda y Pierce llegó aún más tarde, y Hamilton anotó, aunque podía haber asistido a Prince o incluso haber pasado atrás a Billups, que estaba completamente solo en el triple tras abandonar su marca Rondo en busca de Allen.

No contentos con esa jugada. El siguiente ataque de los Pistons, el más decisivo del partido, se saldó con otra jugada habilísima por parte de Saunders y los suyos y pobre defensivamente hablando por parte de Doc Rivers y sus jugadores. Prince iba a sacar de fondo bajo la canasta de Boston. Entonces, Billups emprendió una carrera de largo recorrido perseguido por Rondo, que tras una batería de bloqueos terminó enganchado y perdió una gran distancia con el base de los Pistons que llegó en solitario a debajo de la canasta. Entonces, en ese preciso instante, Prince sacó de fondo, asistiéndole para una canasta sencillísima. Restaban 18 segundos para el final, y el partido prácticamente quedó decidido.

Esos dos brillantes ataques de Detroit y esas dos mediocres defensas de Boston resumen la razón principal de la derrota de los célticos, que anoche recibieron 103 puntos en su feudo, 32 de los cuales se los endosó el rival en apenas 9 minutos del segundo cuarto.

Los Celtics no perdían en el Garden desde el 24 de marzo, cuando lo hicieron ante los Phoenix Suns. Desde entonces habían acumulado 15 victorias consecutivas, 9 de ellas en playoff. Ése era su escudo. En primera ronda ganaron a Atlanta 4-3 venciendo en todas sus batallas caseras y perdiendo todas las que disputaron como visitante. Y en segunda ronda repitieron la fórmula ante Cleveland al que derrotaron 4-3. Y es que hasta anoche, el conjunto de Rivers llevaba acumulado un 9-0 como local y un 0-6 como visitante. Una tensa cuerda que se rompió ante los Pistons.

El ‘Big Three’ de Boston estuvo solo

Podría resultar complicado explicar cómo Boston puede perder un partido en el que su ‘Big Three’ anota 75 puntos tras encestar 29 canastas de 51 intentos. Pierce hizo 26 puntos, Ray Allen logró 25 y Garnett 24 y 13 rebotes, mereciendo especial mención la recuperación del juego de Allen, que hasta la fecha venía haciendo unos muy tristes playoffs. El escolta de los Celtics anotó 25 puntos en solo 29 minutos, ya que tuvo problemas con las personales, siendo fundamental en la segunda parte. Sin él, Boston no se hubiera mantenido en el partido.

La clave para que la aportación del ‘Big Three’ no fuera sinónimo de victoria no fue otra que la escasa contribución del resto de jugadores tanto en ataque (hicieron entre todos 20 tiros en todo el partido) como en defensa. De hecho, el único que volvió a aportar algo fue Rajon Rondo (que nuevamente rozó el triple-doble al acabar con 10 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias, a los que añadió 3 robos). El resto estuvo desaparecido en combate, con especial mención para una suplencia que está dejando bastante que desear hasta la fecha. Anoche entre los 6 suplentes que salieron en algún momento a la pista anotaron 8 puntos.

Sin embargo, aunque Rondo no estuvo mal, anoche, a diferencia del primer partido de la serie, perdió con claridad su batalla con Chauncey Billups, que demostró estar plenamente recuperado de la lesión que sufrió en la eliminatoria contra Orlando. Y con Billups a pleno rendimiento estos Pistons son otro equipo.

Junto a los ya mencionados Hamilton y Billups, sobresalió el resto de la titularidad (McDyess, Prince y Wallace) y el suplente Stuckey. El novato volvió a demostrar su calidad, y lo hizo en momentos importantes del partido. Terminó con 13 puntos en 17 minutos para incluirse entre los 6 jugadores de Detroit que alcanzaron la decena de puntos.

Los dos jugadores interiores del cinco inicial de los Pistons cumplieron. McDyess facturó 15 puntos y 8 rebotes y Wallace hizo 13 y 10. Mientras, Prince, además de cumplir, como siempre, en tareas defensivas, logró 14 puntos y 8 rebotes, si bien no anduvo fino en el tiro.

Mientras, el argentino Walter Herrmann volvió a quedarse en la grada, ya que sigue en la lista de inactivos esperando una oportunidad en esta final.

Partido muy igualado

El encuentro arrancó a bajas revoluciones, con un primer cuarto igualado en el que los ataques no pudieron con las defensas. Fue en los primeros 12 minutos cuando empezó a intuirse que Garnett, Pierce y Allen no iban a tener demasiada colaboración en ataque por parte de sus compañeros. El resultado fue 20-18 y todas las canastas locales llevaron la firma de sus 3 estrellas.

El segundo período se inició despacio. Tan despacio que los primeros puntos no se lograron hasta pasados 2 minutos, cuando un mate de Prince empató el partido a 20. Durante todo el cuarto la igualdad presidió el encuentro (37-40 era el resultado a 2:45 del descanso). Pero entonces, un mínimo impulso, procedente de la consecución de un tiro libre por Hamilton y de un triple por Billups, llevó en un minuto la ventaja foránea hasta los 7 puntos, concluyendo la primera mitad 43-50.

Hasta el ecuador del partido Pierce, con 15 puntos, y Garnett, con 12, fueron los mejores de Boston y Hamilton, con 15, fue el máximo encestador de Detroit, seguido de Billups y McDyess.

Más que nunca parecía clave la reanudación, ya que marcaría la tendencia del partido, es decir, si los visitantes se iban de más de 10 o los locales volvían a equilibrar el encuentro. Y sucedió lo segundo. Una canasta de Allen y un triple de Pierce dejaron el luminoso en un apretado 48-50 nada más iniciarse el tercer cuarto. Esa igualdad no se rompió hasta los momentos finales, cuando un triple de Wallace a 8 segundos del final del cuarto dejó el electrónico en un preocupante, para los locales, 69-78.

El inicio de último período situó la máxima ventaja en el marcador para los de Michigan, que llegaron a tener 11 puntos a su favor. Entonces, los locales emprendieron un minucioso trabajo, cargado de paciencia y marcado por el gran acierto de Ray Allen, que con 9 puntos en 4 minutos lideró una pequeña remontada que dejó a los Celtics a la estela de los Pistons (88-90 a 4:39 del final del partido).

Con un colchón de 6 puntos afrontó la recta final Detroit, que se alimentó de las dos canastas narradas al inicio de esta crónica para ganar el partido. Las jugadas protagonizadas por Hamilton y Billups terminaron por romper la oposición local, que quemó su última nave con un triple anotado por Ray Allen a 10 segundos del final. Pero 3 tiros libres en esos últimos segundos dejaron las cosas en su sitio, llevando a Detroit a la victoria soñada, un triunfo que les coloca en una gran situación para acceder a la Final de la NBA.

Estadísticas muy similares

El segundo partido de la serie resultó más ofensivo que el primero, pero no por ello más descontrolado. De hecho, ambos conjuntos volvieron a dar muestras fehacientes de su gran control del juego. Perdieron pocos balones y apenas lograron puntos al contraataque. Además, seleccionaron con acierto sus posiciones de tiro (los dos contendientes rozaron el 50% en el tiro de campo), mostraron su aplomo en los lanzamientos de personales (se acercaron al 90%) y encestaron 5 triples cada uno, aunque en este apartado la diferencia fue notable, ya que los locales lo intentaron 19 veces por solo 10 de los visitantes.

El rebote fue de los Celtics, que capturaron 13 ofensivos para superar en el total a Detroit por 39 a 31.

Pero la clave de la derrota local, además de la mayor templanza en los momentos finales de los Pistons, fue el balance de balones robados y perdidos, donde Detroit robó 9 y perdió 9 y Boston robó 5 y perdió 12. Es decir, nuevamente, en la clave del partido sale a relucir el bajón de los de Rivers en materia defensiva, ya que recuperar en 48 minutos 5 balones habla muy mal de la agresividad local y muy bien del ataque visitante.

Boston Celtics 97 Detroit Pistons 103 (1-1)
BOSTON: Rondo (10), R.Allen (25), Pierce (26), Garnett (24), Perkins (4) –cinco inicial-, Brown (4), Posey (3), House, Davis (1), T.Allen y Powe.
DETROIT:Billups (19), Hamilton (25), Prince (14), McDyess (15), Wallace (13) –cinco inicial-, Stuckey (13), Ratliff, Hunter (4), Maxiell y Afflalo.
Parciales: 20-18, 23-32, 26-28 y 28-25