Que Manu Ginobili es un jugador excepcional, no cabe la menor duda. Pero en los últimos días el escolta argentino ha subido un escalón más en su juego, un escalón que le acerca al cielo de los grandes mitos de la NBA.
Ante el despliegue de cualidades exhibido en febrero por el platense, su compañero Robert Horry no se ha andado con chiquitas: "Manu es uno de los grandes jugadores de todos los tiempos".Ahí es nada. Y lo ha dicho un señor al que no le caben en los dedos de una mano los anillos de campeón.
Ginobili está practicando un baloncesto demoledor a nivel individual y colectivo. En los nueve partidos que ha disputado en febrero promedia 26.3 puntos, 5.9 rebotes y 7 asistencias. Al nivel de los más grandes. Pero si nos circunscribimos a los últimos cinco encuentros sus números se alzan a lo más alto hasta sentarse a la mesa de jugadores como Lebron James o Kobe Bryant. El jugador hispano ha promediado en los últimos cinco juegos 34.4 puntos, 6.6 rebotes, 6.6 asistencias y 1.4 robos de balón, con unos porcentajes de tiro extraordinarios (64% de campo, 59.1% de 3 y 90% de tiro libre). En esos cinco partidos, su equipo, San Antonio Spurs, no ha conocido la derrota.
La verdadera explosión comenzó ante Toronto. En ese partido Gino aguó la noche a un excepcional Calderón. El argentino hizo 34 puntos, cogió 15 rebotes y repartió 6 asistencias.
No contento con ello, el escolta de los Spurs protagonizó después un vibrante duelo contra Lebron James al que acalló con 46 puntos, 8 asistencias y 5 rebotes y tras darse un leve respiro ante Charlotte (al que sólo anotó 19 puntos), volvió a las andadas ante Minesota el 21 de febrero al endosar a los Wolves 44 puntos. Dos días después cerraba el ciclo, por ahora, con 30 puntos, 12 asistencias y 6 rebotes en su último partido disputado.
Estrella entre las estrellas
Ginobili comenzó la temporada a un nivel altísimo y luego bajó sus revoluciones para cobrar ahora un mayor protagonismo a raíz de la baja por lesión de Tony Parker, que ha permanecido tres semanas en el dique seco y que en febrero sólo ha disputado dos partidos y a medio gas. Con la titularidad, el argentino se ha convertido en el jugador franquicia de los tejanos, dejando al inimitable Duncan, de momento, como un brillante actor secundario. Este dato ha pasado, tal vez, algo desapercibido porque ha coincidido con la locura de traspasos vivida en la Conferencia Oeste. Los Gasol, Shaquille O'Neal, Kidd, Marion... han eclipsado la gesta del jugador sudamericano. Pero en ese espeso bosque que es la Conferencia Oeste había y hay un árbol muy especial que se apellida Ginobili.
Lo más importante, sin embargo, es que su equipo ha ganado nueve de los diez últimos partidos y está jugando fantásticamente en febrero. Es lo que tiene el conjunto de Popovich. Tras protagonizar unos meses de diciembre y enero decepcionantes, ahora resurge el campeón como ya hiciera el año pasado cuando ganó 25 de los últimos 31 encuentros que disputó en la Liga Regular.
Precisamente esa maravillosa trayectoria trazada por los Spurs es lo que hace, si cabe, más destacable el trabajo del internacional argentino, que se perfila como uno de los grandes favoritos para alzarse con el premio de jugador del mes en el Oeste. Y eso, tal y como está la competencia, son palabras mayores. Por de pronto, acaba de ser nombrado jugador de la semana.