Cleveland Cavaliers exhibió su fortaleza en Milwaukee venciendo 100-112 a unos Bucks que están a la espera de Doc Rivers y que por estas fechas están bajo la batuta interina del asistente Joe Prunty.
Los Cavs no se detienen. Su recorrido por la temporada sigue ofreciendo un curso ascendente pese a que llevan ya bastante tiempo jugando sin Darius Garland y Evan Mobley. De ese ascendente rendimiento da buena cuenta su racha de 9 victorias en los últimos 10 partidos que les ha encaramado hasta la cuarta posición del Este (27-16), una racha fantástica en la que solo han tenido el lunar de ver cómo su jugador Tristan Thompson era suspendido por dopaje.
El equipo de J.B. Bickerstaff, con un fantástico tono físico y un notable nivel defensivo, ahogó a los Bucks, que perdieron demasiados balones y que solo pudieron anotar 43 puntos a partir del descanso.
Cleveland dominó la cancha, con Donovan Mitchell y Jarrett Allen como mejores piezas de su maquinaria. El primero sumó 32 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias y 6 triples y el segundo logró 24 puntos y 14 rebotes.
Además, dobles dígitos encestadores para Caris LeVert, Max Strus y Georges Niang y buen partido defensivo de Isaac Okoro.
Milwaukee tuvo a buena parte de sus mejores hombres con muy bajo acierto de cara al aro, presentando porcentajes de tiro deficitarios.
Giannis Antetokounmpo rozó el triple-doble con 22 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias, Damian Lillard metió también 22 puntos, pero en una espantosa noche en el tiro, Khris Middleton, también mal en el lanzamiento a canasta, terminó con 14 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias, Bobby Portis produjo 12 tantos y 8 rebotes y Brook Lopez, igualmente errático en ataque, firmó 11 puntos y 12 capturas en los aros.