JORNADA NBA / Playoffs 2013 (seminifales este)

Los Knicks cavan su tumba en Indiana y están ya al borde de la eliminación

George Hill y Paul George lideran una victoria incuestionable y merecida de principio a fin

Indiana Pacers se pone 3-1 y acaricia las Finales de Conferencia que no disputa desde 2004

hispanosnba.com |

Indiana Pacers no dio opción alguna en el cuarto partido a unos tristes New York Knicks, que ya pierden 3-1 y están al borde de la eliminación. Los de Indianápolis acarician las Finales de la Conferencia Este, que no disputan desde 2004. George Hill y Paul George fueron sus líderes.

Fue una victoria de principio a fin. Indiana hizo un partido correcto a más no poder, sin fisuras, a pesar de que la defensa de New York cortó la anotación de los hombres altos locales. Pero para defensa la de Pacers. Los Knicks volvieron a ser un grupo mediocre en la ofensiva con bastantes jugadores jugando a un nivel paupérrimo. Tampoco fue una noche feliz para Mike Woodson, cuya dirección desde el banquillo no pareció aportar solución alguna a los problemas de su equipo.

El gran damnificado en la rotación de Knicks fue el argentino Pablo Prigioni, que pasó de ser titular, jugar minutos y ser coreado en el Madison a quedarse en la suplencia, disputar 3 minutos y 26 segundos y no jugar en la segunda parte.

Indiana 93 New York 82 (3-1)

El resultado final puede resultar engañoso al hacer pensar que los Knicks estuvieron metidos en el partido y con serias opciones de triunfo. Nada más lejos de la realidad. El resultado apenas refleja la enorme superioridad sobre la pista de unos Pacers más que sólidos que siempre tuvieron controlada la situación ante unos Knicks decepcionantes que maquillaron su situación como pudieron en la recta final del partido.

Indiana fue superior a New York en la pista y en la banda. Porque mientras Frank Vogel tomó decisiones que casi siempre redundaron en el beneficio de los suyos, Mike Woodson ofreció una dirección de juego que se mostró impotente para aportar ideas ágiles y útiles. Además, la rotación del técnico visitante dejó muchas dudas en los aficionados neoyorquinos debido a los muchos minutos de los que gozaron algunos jugadores a los que no se les ve centrados.

Iman Shumpert fue titular y jugó 16 minutos, pero se veía que no estaba en buenas condiciones físicas, y Kenyon Martin hizo un gran trabajo defensivo, pero en ataque no aportó nada en 29 minutos. Sin embargo, los casos más graves fueron los de Jason Kidd y J.R.Smith. El primero completó su octavo partido consecutivo sin anotar, jugó 16 minutos y se mostró con una desconfianza ofensiva desconocida. Una pena de verdad ver así a un mito. El segundo simplemente anda perdido. Terminó con 19 engañosos puntos tras maquillar al final sus estadísticas, pero durante los minutos importantes del partido fue un cáncer para su equipo.

Mientras, Woodson relegó a Prigioni a la categoría de proscrito, sacó a Chris Copeland cuando la cosa ya tenía poca solución, y lo hizo bien, y metió a Steve Novak en el último minuto, y anotó un triple. Buena falta le hubiera hecho a New York un buen tirador en el momento en el que no anotaba el equipo casi nada de lejos... Y los 3 nombrados lo son.

Frente a esa aparente incoherencia, la coherencia de un equipo sólido como una roca: Indiana. Los Pacers  circularon el balón de maravilla y del defecto extrajeron virtud. Ese defecto radicó en la buena defensa de los hombres interiores visitantes sobre los locales, con grandes ayudas de los exteriores de Knicks. Ante ello, Indiana circuló el balón de fuera a dentro y de dentro a fuera hasta encontrar muchas veces al exterior libre de marca. Un modo de ver el baloncesto al que los Knicks han cerrado la puerta en estos playoffs.

Así fue cómo los exteriores brillaron. George Hill, por ejemplo, se marcó un partidazo con 26 puntos, y un formidable tercer cuarto. Y Paul George, a pesar de su desafortunado 1 de 9 desde el triple, se exhibió en los dos lados de la cancha con 18 puntos, 14 rebotes y 7 asistencias. Excelente cuando se puso en la marca de Carmelo Anthony, que en los minutos que tuvo a George encima hizo un 4 de 16 en el tiro.

Pero también brillaron en momentos del partido otros exteriores como Lance Stephenson o D.J.Augustin. Mientras, David West, que terminó con un doble doble, y Roy Hibbert, que fue defendido a conciencia, no cejaron en ayudar a sus compañeros en facetas distintas de la anotación. Defendieron bien y rebotearon con empeño.

Éste, el rebote, fue un elemento importante en la victoria local durante todo el partido. Superioridad manifiesta local siempre en esa faceta. Otro elemento clave fueron las pérdidas de balón. Indiana cometió 6 en los primeros 8 minutos del partido, pero después controló muy bien ese tema, lo que le ayudó a dominar el partido.

El encuentro arrancó con un 11-3 para Indiana y con los Knicks volviendo a las andadas. Inexistente circulación de balón con la consiguiente inoperancia ofensiva. Pero unos minutos lamentables en ataque de los Pacers, con errores infantiles y pérdidas kafkianas de balón, llevó el marcador a un empate a 14 en la recta final del cuarto.

Hibbert atrapó 2 rebotes ofensivos seguidos a un Tyson Chandler que mejoró anoche su rendimiento, Kidd salió a la cancha y se tiró una pedrada insufrible y los Pacers hicieron un buen final de cuarto para irse 23-16 en el marcador. Al final de los primeros 12 minutos, 17 a 7 en el rebote para el equipo local y un 30% de acierto en el tiro para el visitante.

El segundo cuarto empezó ya a marcar tendencia definitiva. Buen arranque de D.J.Augustin y 30-19. Prigioni y Amar’e Stoudemire en pista (que jugaron 3 y 11 minutos), superioridad local y Kidd ofreciendo en ataque su particular expediente X al errar una entrada a canasta y seguir con su casillero a 0 desde hace 3 semanas. Paul George y Carmelo Anthony ponían la calidad en un partido más bien espeso y Tyson Chandler cometía su tercera falta en la recta final de este segundo acto. Algunas protestas neoyorquinas por algunas decisiones arbitrales dudosas, cuando no desacertadas, desastre de J.R.Smith en ataque y, en un momento dado, debacle visitante. Porque el final del segundo cuarto, al igual que el del primero, fue un caos visitante y un repaso de los locales. Parcial de 13-2 para romper definitivamente el partido y llevar el marcador a un 48-32. Menos mal para los Knicks que Melo metió una canasta casi sobre la bocina para dejar el luminoso al descanso en un 48-34.

Para entonces, George lo estaba bordando en todas las facetas del juego, Melo era el único acertado en los de Woodson, con 16 puntos, y J.R. llevaba un 1 de 8 en el tiro. New York sumaba 2 de 14 en el triple. Un desastre.

Llegó el tercer cuarto y los Knicks perdieron su oportunidad. Éste fue el cuarto de George Hill, que completó minutos excelentes. Hill fue el apoyo ofensivo de un equipo que se quedó a los 5 minutos de cuarto sin Roy Hibbert, que cometió su cuarta falta. Pues bien, ni por esas. New York no aprovechó los 7 minutos que estuvo el pívot en el banquillo. Los Pacers llegaron a ponerse con 18 puntos de ventaja. Melo andaba más solo que la una. Raymond Felton iba languideciendo tras un buen inicio de partido, J.R. estaba ya en un 1 de 10 y nada parecía tener solución. Pero a diferencia de anteriores cuartos, New York no hizo un mal final y se fue al inicio del último acto sólo con 11 de desventaja (67-56) creando falsas expectativas, tal y como se demostró después.

El último cuarto apenas tuvo historia más allá de que en su inicio los Knicks se pusieron a 8 puntos. Hasta ahí llegó todo. Surgió entonces el mejor Lance Stephenson para pararles los pies. Y en un momento Indiana se puso con +15 mientras Woodson se empeñaba en mantener en pista a Smith y Kidd.

Los Pacers se colocaron con 17 de ventaja (84-67) a algo más de 3 minutos del final y los visitantes lucharon por maquillar la situación llegándose a poner a 10 a 1:20 de la conclusión (86-76). Poco antes, Melo (24 puntos y 9 rebotes) había sido eliminado al cometer su sexta falta. J.R. aprovechó ese final para decorar sus estadísticas, el marcador se redujo a un +9 a 50 segundos del final, pero la suerte estaba echada desde hacía muchos minutos, y ahora los Pacers están a un paso de cumplir su sueño de jugar las Finales de la Conferencia Este.