ANÁLISIS

TOP 20 NBA (media temporada): Jugadores que están decepcionando

Trayectorias grises de jugadores de los que se esperaba mejor rendimiento

hispanosnba.com |

Si hace un par de días elaborábamos nuestra lista integrada por 20 jugadores que han brillado en la media temporada disputada, ahora nos ocupamos del reverso de esa moneda. Hablamos de 20 jugadores que hasta la fecha no han estado a la altura de las circunstancias.

Con respecto a la lista formulada por Hispanosnba.com la pasada temporada, hay 6 jugadores que repiten. Llueve sobre mojado con Jonny Flynn y Hasheem Thabeet (ambos de Houston), Rashard Lewis (Washington), Metta World Peace (Lakers), Greg Oden (Portland) y Evan Turner (Philadelphia).

Como toda lista, está sujeta a revisión cuantas veces se quiera por el lector, porque cada lector tendrá en su cabeza una lista distinta. Eso sí, parece haber pocas dudas de la decepcionante respuesta ofrecida por estos jugadores esta temporada, aunque algunos no han respondido por su estado físico o por su escasa química con su entrenador.

STEPHEN CURRY (Golden State Warriors) (15,7 pts, 6 as, 1,7 rec y 45% t3). Cualquiera que viera estos números no podría entender que el bueno de Curry estuviera decepcionando, pero es que este chico tiene tanta calidad y elegancia encerradas en su cuerpo que hay que exigirle mucho más. Es cierto que se puede hablar de una campaña medio truncada por culpa de los problemas físicos. El escolta de los Warriors sólo ha jugado 22 partidos, en realidad 21 si se tiene en cuenta que anoche disputó 3 segundos. El ex de Davidson promedia casi 3 puntos menos que la pasada temporada, aunque realmente, si obviamos la pantomima de anoche, serían 2. Le ha faltado continuidad y no termina de encontrarse a gusto en la pista. Pero claro, su inmensa calidad le da para ofrecer espectáculos como los 36 puntos que les metió a Denver y a Memphis. Tendrá que ir a más.

BORIS DIAW Y TYRUS THOMAS (Charlotte Bobcats) (7,7 pts, 5,5 reb y 4,4 as) (5,8 pts, 4,5 reb, 1,6 tp y 34,3% tc). Los Bobcats son un desastre como equipo y dentro de ese desastre -cifrado en 25 derrotas en 29 partidos- hay jugadores más responsables que otros en la horrible temporada de Charlotte. Dos de los que están más en tela de juicio son Diaw y Thomas. El francés comenzó la temporada recibiendo halagos por doquier. Iba a ser el hombre orquesta de los Bobcats, capaz de jugar en todas las posiciones, desde base hasta pívot... pero lo cierto es que transcurrida media temporada no ha jugado de nada. Su baloncesto ha estado a un nivel muy discreto y ha acumulado partidos y más partidos sin pena ni gloria basculando entre la titularidad y la suplencia. En cuanto a Tyrus Thomas, pues qué decir de unas cualidades físicas tan desaprovechadas. Cuando empezó en Chicago parecía que se podía comer el mundo, pero a día de hoy es el mundo el que se lo está comiendo a él. Inexplicable 34% de acierto en el tiro de campo para un hombre alto como él.

TYREKE EVANS Y JIMMER FREDETTE (Sacramento Kings) (17,2 pts, 5,1 reb, 5,2 as y 23,6% t3) (7,9 pts y 37,7% t3 en 20,3 min). Iba a ser un dúo imparable. El juego brillante de los Kings en su línea exterior que completado con DeMarcus Cousins en el interior de la zona podría relanzar a un equipo muerto. Pero lo cierto es que las expectativas no se están cumpliendo. Los números de Evans son buenos, pero no tan buenos como tenían que ser. Tyreke fue rookie del año hace 2 temporadas con 20,1 puntos, 5,3 rebotes y 5,8 asistencias y según pasan las temporadas en vez de crecer decrece. Sigue sin representar amenaza alguna desde el triple y no termina de dar el do de pecho. En cuanto a Fredette, muchos esperaban que este compulsivo anotador, estrella en la NCAA, se iba a adaptar rápidamente a la NBA, pero no ha sido así. Sólo ha sido titular 6 veces, no ha contado con demasiados minutos y se ha dejado comer el terreno por otro novato, Isaiah Thomas, que ha brillado tanto que ha sido nombrado Novato del Oeste en el mes de febrero.

RUDY FERNÁNDEZ (Denver Nuggets) (9,3 pts y 2,4 as en 24 min). El escolta español ha mejorado ligeramente sus prestaciones de las últimas 2 temporadas en Portland, pero su mejor campaña por el momento sigue siendo la de su debut en el equipo de Oregón. Rudy llegó en diciembre a un equipo con una muy buena plantilla y no está desentonando, pero sigue sin ofrecer todo lo que se esperaba de él. En muchos partidos, sigue encasillado en su papel de triplista, que ni siquiera está desempeñando con gran solvencia (32% de acierto) y alterna buenas actuaciones con días absolutamente prescindibles. Su físico le está jugando una mala pasada. Tuvo problemas en el tendón de Aquiles y ahora está de baja por culpa de la espalda. Llama la atención su mal porcentaje en el tiro libre (69,8%), algo que nunca le había ocurrido. De seguir así, no hay duda de que volverá a España.

JONNY FLYNN Y HASHEEM THABEET (Houston Rockets) (3,1 pts y 2,4 as en 12,6 min) (1,5 pts y 1 reb en 5 min). Si Houston Rockets está funcionando muy bien con McHale no es precisamente gracias a estos dos jóvenes jugadores con los que su técnico apenas cuenta. Ambos repiten en nuestra lista, por lo que se puede decir que llueve sobre mojado. Jonny Flynn fue elegido en el puesto número 6 del draft de Ricky Rubio, justo por detrás del español. En Minnesota no cuajó y en Houston ni siquiera parece entrar. Sólo ha disputado 7 partidos y su aportación ha sido nula. Destacables su 26,1% en el tiro de campo y 16,7% en el triple. Es difícil hacerlo peor. En cuanto a Thabeet, pues, ¿qué decir de la elección número 2 del draft de Memphis?. Los Grizzlies se lo quitaron de encima. Este gigante tanzano de 2,21 formado en UConn iba a ser el nuevo Mutombo, pero hasta ahora nada de nada. Su rol en Houston es inexistente. Da igual que esté bien físicamente que no lo esté, McHale no le tiene en cuenta.

DEVIN HARRIS (Utah Jazz) (9,6 pts y 4,6 as). El Devin Harris de Dallas Mavericks o New Jersey Nets era un jugador que prometía y que aportaba al equipo. Un jugador que hizo 6 temporadas 15 o más puntos de media y que llegó a promediar más de 21 tantos un año. Por el contrario, el Devin Harris de Utah Jazz es un absoluto fiasco. No será por falta de confianza de Tyrone Corbin, que le sigue poniendo de titular. Harris es una sombra de lo que era. Ni se adapta al equipo ni parece adaptarse mucho a la tranquila parsimonia de Salt Lake City, universo mormón. Por eso, se especula con su salida del equipo a pesar de que en los últimos encuentros está mejorando notablemente su nivel de juego.

NENE HILARIO (Denver Nuggets) (13,4 pts y 7,8 reb con un 52% tc). El pívot brasileño renovó con Denver en el mes de diciembre firmando un contrato multianual mareante: 67 millones de dólares por 5 temporada. Por eso, su rendimiento hasta la fecha hay que calificarlo de bastante decepcionante pese a que está firmando números similares a anteriores campañas. No está a la altura del contratazo que firmó, ni está a la altura de lo que debe rendir el líder de un equipo. Es cierto que a Nene, como le ha pasado en otros momentos de su carrera, las lesiones le están martirizando en estos primeros 2 meses de competición, pero no es excusa, ya que en los 23 partidos que ha disputado tampoco ha funcionado como se esperaba. Tiene 29 años y está en plena madurez. Es el momento de dar un paso más, el casi definitivo, o quedarse simplemente como un buen jugador, algo que no está mal, pero que no se corresponde con su actual sueldo.

STEPHEN JACKSON (Milwaukee Bucks) (10,5 pts, 3 as y 27,8% t3). Nada más llegar a Milwaukee, ya se quiere ir. El veterano Stephen Jackson ni parece haber congeniado con su técnico, Scott Skiles, ni parece haber entrado en la dinámica de su nuevo equipo. Tiene mucha competencia en los puestos de escolta y alero (Delfino, Dunleavy...) y es uno de los grandes perjudicados. Alterna la titularidad con la suplencia, aunque juega minutos, unos 27 por encuentro, pero su aportación al conjunto es dudosa. Está firmando los peores números de su carrera, mejorando tan sólo las cifras que obtuviera como novato y jugador de segundo año allá por el inicio del actual siglo, que se dice pronto. Un dato es esclarecedor: la pasada campaña promediaba 18,5 puntos y ésta hace 10,5. A sus 33 años no se quiere quedar descolgado. Por eso, es carne de traspaso.

RICHARD JEFFERSON (San Antonio Spurs) (9,5 pts, 3,3 reb y 44,4% t3). Si Stephen Jackson lleva media temporada aciaga, éste no es el caso de Richard Jefferson. El alero de los Spurs vive una crisis mucho más prolongada. Nada tiene que ver este Jefferson con el poderoso Jefferson que militara en los Nets. Fichó en su día por San Antonio como refuerzo de campanillas para que Parker, Ginóbili y Duncan volvieran a aspirar al anillo y desde su debut con los texanos no ha sido más que un fiasco monumentalal. Se ha acostumbrado ya a no adquirir responsabilidad alguna sobre la pista. Su sentido acomodaticio le ha convertido en un jugador vulgar. Incluso ha perdido prestancia en defensa. Sigue sin levantar cabeza. En 35 encuentros, no ha llegado nunca a los 20 puntos. Sin comentarios.

RASHARD LEWIS (Washington Wizards) (7,8 pts, 3,9 reb, 38,5% tc y 23,9% t3). Si la crisis de Jackson dura 2 meses y la de Jefferson 2 años, ¡qué decir de la crisis de juego de Rashard Lewis!. Estamos hablando de uno de los jugadores de las últimas 2 décadas NBA que más ha cobrado por hacer menos. Su relación calidad-precio ha sido simplemente ruinosa. Ahora, con 32 años, simplemente deambula por la liga como un fantasma. Milita Lewis en uno de los peores equipos de la competición y es suplente sin brillo. Mete 7,8 puntos por partido con pésimos porcentajes y ya no tira bien ni siquiera de 3, su especialidad. A la espera de un milagro que no llega, Lewis es un hombre acabado que se ha forrado con esto del baloncesto.

ROBIN LOPEZ (Phoenix Suns) (4,1 pts y 2,8 reb en 11,6 min). Lo mejor de Robin Lopez es que es joven (cumple hoy, 1 de abril, 24 años); lo peor es que ha perdido pie. El gemelo de Brook siempre fue la versión defensiva de la familia, la parte menos brillante de cara al público, pero en sus inicios en la NBA se había hecho un hueco en los Suns y se había agarrado a la titularidad, aunque no de forma convincente. Ese asa al que estaba agarrado se ha roto esta temporada. Lopez empezó de titular, pero el polaco Marcin Gortat se lo ha comido con patatas fritas. Ahora, el jugador de la Universidad de Stanford es suplente-suplente en la rotación de Gentry. Y no parece que vaya a escalar posiciones ni minutos a no ser que se lesione Gortat.

JAVALE MCGEE (Washington Wizards) (11,6 pts, 8,7 reb y 2,6 tp con un 53,1% tc y un 48,5% tl). Los números de McGee son molones, pero él no lo es. Estamos, posiblemente, ante uno de los jugadores más descerebrados de la liga, y eso es mucho decir. McGee anota sus puntos, hace sus taponazos, atrapa sus rebotes... pero son eso: 'sus estadísticas'. Porque al equipo, a la labor solidaria de ayuda al compañero, no aporta nada. Estamos hablando de un pívot que apenas sale a bloquear, que no tiene tiro alguno en cuanto se aleja del aro, que ofrece una indisciplina perpetua en su modo de juego y que, por lo tanto, contribuye, y no es el único, a ese caos en el que se han convertido los Wizards. Su jugada volviendo a defender cuando su equipo aún estaba atacando o enviando un balón a la grada de un taponazo cuando la pelota estaba ya casi dentro de la cesta denotan un grado de desconcentración máximo y una puerilidad extrema a la hora de ver el baloncesto.

WESLEY MATTHEWS (Portland Trail Blazers) (12,4 pts y 3,2 reb). No está siendo la temporada de Matthews. Este jugador fue la gran apuesta el año pasado de su entrenador, Nate McMillan. Era muy de su estilo: buen físico y buen defensor no exento de calidad técnica. De hecho, fue el jugador a cuya sombra estuvo toda la campaña el español Rudy Fernández. Y lo cierto es que la pasada temporada, Matthews respondió. No así en la presente. Tanto él como su compañero Raymond Felton no han terminado de situarse en la competición. Tanto es así, que su titularidad ha quedado en entredicho en los últimos partidos. Mattews se ha movido durante estos 2 meses en la mediocridad. Salvo los 25 puntos que le metió a Denver en el inicio del curso y los 24 que le hizo a Cleveland en enero, no ha hecho gran cosa.

METTA WORLD PEACE (Los Angeles Lakers) (5 pts, 34,2% tc, 23,6% t3 y 53,1% tl). El año pasado colocamos en esta lista a Ron Artest y este año situamos en ella a Metta World Peace. Y es que aunque la mona se vista de seda... Ex Ron Artest aportó lo suyo al segundo título de la era Bryant-Gasol, pero la pasada campaña ya empezó a flojear. Lo de ésta es ya de traca. Llegó al inicio de temporada fuera de forma, pasado de kilos, con la cabeza no se sabe dónde y le está costando entrar en la dinámico del equipo. Tanto, que todavía no lo ha conseguido. Su aportación en ataque es nula, sus porcentajes rozan lo catastrófico y su defensa ya no es la de antes. Por si fuera poco, parecer ser que genera mal rollo en el vestuario. Vamos, que los Lakers están locos por quitárselo de encima.

DARKO MILICIC (Minnesota Timberwolves) (4,7 pts, 3,6 reb y 1tp en 16,5 min). Otro que repite porque es un reincidente compulsivo. El serbio lleva ya 9 temporadas, sí 9, en la NBA y sigue repitiendo sus viejos errores: inconsistencia en el juego, lagunas mentales imperdonables, indolencia, falta de liderazgo... Lo cierto es que empezó la temporada como titular indiscutible de Adelman, pero pasados los partidos ha quedado como suplente de un impresionante Nikola Pekovic. Ha sido titular Milicic en 20 de los 25 encuentros que ha disputado, pero sólo ha jugado 16,5 minutos por noche. Sus porcentajes son muy pobres (44% de campo y 45% en los libres) y alterna jugadas de calidad con auténticos engendros. Pero así es Milicic. Singular y por momentos inexplicable.

ANDRÉS NOCIONI (Philadelphia 76ers) (1,6 pts y 1,4 reb en 5,2 min). Cifras indecorosas para un gran jugador de baloncesto. No es que aquí vayamos a dudar de un jugador como Nocioni. Estaríamos locos. El santafesino ha sido un grande y todavía atesora mucho como para estar en la situación que está. Su entrenador, Doug Collins, no cuenta con él y lo mejor que le podría pasar sería un traspaso en la NBA o un regreso al baloncesto FIBA. El pobre Chapu no juega ni los minutos de la basura. Tan solo ha saltado a la pista en 10 partidos y para una vez que lo hizo como titular sufrió la tomadura de pelo de jugar 6 minutos. Se le ve fuera de sitio, con la cabeza en otra parte. Y eso condiciona sus pocos minutos. Sus porcentajes son un espanto: 26,3% de campo, 16,7% en el triple y 55,6 en libres. Lógico, ni está, ni se le espera. Una temporada perdida a no ser que consiga escapar a tiempo.

GREG ODEN (Portland Trail Blazers) (No ha jugado). El que sí parece definitivamente atrapado en su infierno particular es Greg Oden. Número 1 del draft y número 1 en desgracias. Sus rodillas siguen fuera de juego y su calvario parece no tener fin. No se ha vestido de corto esta temporada y todo apunta a que no lo hará. La que fuera estrella de Ohio State tiene 24 años y su carrera en la NBA se reduce a 82 partidos jugados desde 2008. Un auténtico desastre. Este puede ser su segundo año consecutivo en blanco. Todo lo que rodea a sus rodillas se ha convertido ya en un enigma.

LAMAR ODOM (Dallas Mavericks) (7,7 pts, 4,5 reb y 35,7%). Parecía que iba a comenzar la temporada en New Orleans Hornets y en plena bronca con los Lakers pidió el traspaso para, sorprendentemente, recalar en los actuales campeones, Dallas Mavericks, donde fue recibido con los brazos abiertos, en loor de multitudes. Dos meses después, esos aplausos se han convertido en preguntas. Porque Lamar Odom es un Expediente X. Tal vez, el gran Expediente X de la presente temporada. En este tiempo, no se ha acoplado al juego de los Mavs. Su aportación desde la segunda unidad ha sido nula y su efectividad ha caído en picado (35,7% en tiro de campo, 25,9 en triples y 57,7 en libres). Está claro que a su mujer el cambio no le produjo satisfacción ninguna y parece igualmente claro que Odom ha entrado en modo nostalgia. Para alimentar aún más las habladurías, el jugador lleva ausente varios partidos por un problema familiar que le ha llevado a Los Ángeles, un problema de salud relacionado con su padre. En torno a Odom, quinielas y quinielas, apuestas sobre cuánto durará en Texas.

EMEKA OKAFOR (New Orleans Hornets) (9,9 pts y 7,9 reb con un 53,3% tc). Okafor está lesionado y lleva unos cuantos partidos sin pasarse por la cancha. Su puesto lo ocupa Kaman y su baja ha beneficiado también a Gustavo Ayón a la hora de aumentar su presencia en el juego. Pero lo cierto es que cuando estaba sano, Okafor tampoco estuvo en buena línea. El pívot de los Hornets está haciendo los peores números de su carrera, una carrera, por otra parte, claramente estancada. Jugó Okafor su último partido el 10 de febrero. Desde entonces anda ausente. Cuando jugó, ni produjo anotación, ni se mostró convincente a la hora de dominar los tableros. Tiene 29 años. Ya no es un niño.

EVAN TURNER (Philadelphia 76ers) (8 pts, 5,5 reb y 24,1% t3 en 23,7 min). Segundo año de Turner en la NBA y la cosa sigue sin mejorar. En su año de debut, la primera media temporada fue mala y la segunda no supuso una mejora. Y en este año de sophomore nada parece progresar. Lo mejor para Turner es que es joven, tiene talento e integra una plantilla con futuro que ya está muy bien considerada en el Este. Lo peor, que su juego no explota. Estamos hablando de un jugadorazo universitario del que muchos esperábamos grandes cosas. Es cierto que juega en un equipo en el que destacar es muy difícil porque todo se hace de modo grupal, todo se comparte, todo se socializa, siendo ésta una de las claves de su éxito. Pero no es menos cierto que un número 2 del draft tiene que aportar más al juego. Está claro que las estrellas de Ohio State no tienen suerte en la NBA.