“Estoy muy feliz”, han sido las palabras del ex jugador de la NBA Antonio Burks al conocer la decisión de un tribunal de Memphis de condenar a 97 años de prisión a Darquan Swift, el hombre que hace 2 años le disparó y estuvo a punto de acabar con su vida.
La decisión llega tras un juicio de una semana de duración, celebrado el pasado mes de julio, en el que el propio Burks subió al estrado de los testigos para identificar, cara a cara, al hombre que en julio de 2009 intentó asesinarle y cambió su vida para siempre.
Aquel fatídico día, el ahora condenado irrumpió junto a otros 2 hombres armados en el patio trasero de una vivienda en el sur de Memphis, en la que el ex compañero de Pau Gasol en los Grizzlies y otras 6 personas jugaban a los dados, con la intención de robar a los presentes.
Ni Swift ni sus 2 compinches dudaron en hacer uso de sus armas. Swift disparó casi a bocajarro a Burks en la parte baja del estómago e intentó rematarlo de un tiro en la cabeza, pero afortunadamente para el ex jugador de Memphis, la pistola de su agresor se encasquilló. Otra de las víctimas del atraco resultó también gravemente herida por los disparos de los asaltantes.
Burks consiguió huir y encontrar un coche que le trasladó al hospital, donde ingresó en estado crítico. Desde entonces, ha tenido que pasar 24 veces por la mesa de operaciones y las secuelas de sus heridas le obligaron a dejar el baloncesto. Actualmente, con 31 años, sobrevive con el modesto sueldo de asistente del entrenador del LeMoyne-Owen College, un conjunto de la segunda división de la NCAA.
Su agresor, de apenas 20 años, ha sido condenado a un total de 97 años por los múltiples cargos de que se le acusaba, condenas que deberá cumplir de forma consecutiva, por lo que no podrá obtener la libertad condicional hasta dentro de más de 50 años. Los otros 2 asaltantes y un tercer hombre también involucrado en los hechos, continúan a la espera de juicio.