Orlando Magic sacó los colores a los Lakers al ganar por un contundente 120-101 tras llegar a acumular una máxima ventaja de 25 puntos cuando se jugaba el tercer cuarto. Los jóvenes Franz Wagner y Paolo Banchero lideraron al equipo de Florida.
Orlando ya estuvo a punto de ganar en este inicio de temporada a los Lakers en partido jugado en Los Ángeles, pero aquel día los angelinos libraron la derrota por los pelos. Nada que ver aquel partido con este, porque en esta ocasión, y ya en el escanario de Orlando, Lakers fue incapaz de rivalizar con Magic.
Otro horrible primer cuarto de Lakers, que cedió 39-25 en los primeros 12 minutos para ir a partir de ahí siempre a remolque y sin capacidad de remontada.
Lakers fue francamente inferior en el rebote, su segunda unidad estuvo muy por debajo de la segunda unidad del equipo rival, no anduvo nada fino desde el triple y, lo más importante, mostró una falta de compromiso defensivo notable.
Los Magic, que ya están con marca de 4-2, tuvieron a Franz Wagner con 26 puntos y a Paolo Banchero con 25 puntos, 10 asistencias, 7 rebotes y un 60% en el tiro de campo.
Buenos partidos de los nuevos titulares (por las bajas) Goga Bitadze, que hizo un doble-doble, y Anthony Black y de los suplentes Cole Anthony y Moe Wagner.
Todo ello en un partido mediatizado por las bajas en ambos equipos. Los locales jugaron sin Wendell Carter Jr., Markelle Fultz y Gary Harris; los visitantes lo hicieron sin Rui Hachimura, Jarred Vanderbilt, Taurean Prince, Gabe Vincent y el novato Jalen Hood-Schifino.
Lakers tuvo a Anthony Davis con 28 puntos, 13 rebotes y 7 tapones, un Anthony Davis que esta vez jugó 32 minutos después de promediar 40 minutos en los 5 primeros partidos de la temporada.
LeBron James sumó 24 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias y Austin Reaves añadió 20 puntos.
Mal Lakers en defensa, pobre su carácter para reaccionar ante la adversidad y muy mala noche de D'Angelo Russell,que terminó con 4 de 17 en el tiro tras una penosa noche desde el triple.
Más allás del trío Davis-LeBron-Reaves, nadie aportó a unos Lakers que ofrecieron mala imagen ante un equipo con un interesante potencial que está llamado a seguir creciendo.