La Canadá NBA de Jordi Fernández hizo historia patria al conseguir la primera medalla del país norteamericano en un Mundial, y la hizo venciendo a Estados Unidos, equipo que se queda sin podio por segundo Mundial consecutivo tras perder 3 partidos, incluidas la semifinal y el duelo por el bronce.
Medalla de bronce para Canadá en un partido de locos que se resolvió en la prórroga. Marcador de 117-128 que expresa muy bien a qué ritmo anotador se jugó el encuentro, un encuentro en el que los NBA canadienses no fallaron: brutal Dillon Brooks con 39 puntos y 7 de 8 desde el triple, reivindicando en este campeonato su figura ante la NBA tras su caída en desgracia que le llevó a Houston, sensacional Shai Gilgeous-Alexander con 31 puntos y 12 asistencias y notable RJ Barrett con 23 puntos y 7 rebotes.
Con los también NBA Jordi Fernández y Nate Bjorkgren en la dirección de la empresa histórica de buscar una presea, Canadá tuvo el partido prácticamente ganado antes de que en el último suspiro Mikal Bridges fabricara una gesta increíble.
El milagro de Mikal Bridges
Podría ser el título de una película: 'El milagro de Mikal Bridges'. Pero en realidad fue la constatación de un hecho fantástico. Con 107-111 en el marcador todo parecía definido, hasta que Bridges se inventó una jugada de 4 puntos.
Tuvo Bridges 2 tiros libres a falta de 4 segundos. Metió el primero (108-111) y tiró a fallar el segundo, recuperó el balón en rebote ofensivo cargado de fortuna e intuición y acto seguido se marchó a la esquina para meter un triple sobre la bocina que puso el 111-111 en el marcador para forzar la prórroga. Ya en el tiempo extra, las miserias volvieron al equipo de Steve Kerr, que cayó 7-16 para perder 117-128 en otro fiasco mundial de proporciones considerables.
Aquí está la jugada milagrosa de Bridges.
Estados Unidos (que jugó sin Brandon Ingram, Paolo Banchero y Jaren Jackson Jr. y que perdió a Bobby Portis por doble técnica) volvió a fracasar estrepitosamente en defensa, tal y como hiciera en sus derrotas anteriores ante Lituania y Alemania.
El primer cuarto fue de Canadá, el segundo de los estadounidenses y se llegó al descanso con 56-58 en el marcador.
El tercer cuarto fue de Canadá, que terminó el período con 9 de ventaja (82-91), pero Estados Unidos apretó un poco en defensa en la recta final hasta conseguir forzar una prórroga que de nada le sirvió.
Anthony Edwards metió 24 puntos, Austin Reaves, jugador que no para de crecer, hizo 23 puntos y Mikal Bridges sumó 19, que acompañó con 9 rebotes.
Estados Unidos se va con las manos vacías de otro Mundial. Jugar sin sus superestrellas empieza a ser sinónimo de fracaso.