Mayor intensidad defensiva, mejora notable de Draymond Green, un Klay Thompson quirúrgico en el tiro y dos cuartos centrales demoledores desde el punto de vista ofensivo hicieron de la segunda entrega del Warriors-Lakers un abrumador monólogo local.
Warriors dio un golpe en la mesa en su serie con los angelinos tras perder el primer partido. Lo hizo con una ofensiva avasalladora que llevó al equipo de Steve Kerr a anotar 84 puntos en los 24 minutos del segundo y tercer cuartos, 24 minutos que arrojaron un resultado de 84-47 tras el 41-23 del segundo acto y el 43-24 del tercero. Jamás en la historia de la franquicia Warriors había hecho dos cuartos de 40 o más puntos en un partido de playoff.
Ejercicio ejemplar desde el triple de los locales, que terminaron con 21 anotados con una efectividad del 50%, para totalizar 42 triples en los dos primeros juegos de la eliminatoria, lo que constituye un récord en la NBA, ya que en los dos primeros partidos de una serie de playoff el mejor registro hasta ahora era de 40 triples, estando en poder de los Cavaliers de LeBron James desde 2016 (segunda ronda ante Hawks).
Golden State deparó la sorpresa de empezar el partido con JaMychal Green como titular en lugar del espectacular Kevon Looney, lo que otorgó más dinamismo al equipo en el campo ofensivo, con 4 jugadores en pista más Draymond Green, incrementándose la amenaza desde el triple y permitiendo al equipo correr más, pero no fue ese cambio el origen de la gran diferencia entre los equipos, ya que el abismo que separó a Warriors y Lakers no tuvo lugar con JaMychal Green, que estuvo muy bien en ataque, en pista.
Warriors fue otro equipo a nivel defensivo con respecto al primer partido, un equipo más intenso, más concentrado, más aplicado a las labores sacrificadas del juego, y siendo capaz de aunar aspectos como la mejora en el juego de contraataque, anotar más puntos en la pintura y capturar 15 rebotes más que el rival jugando Looney solo 12 minutos.
Klay Thompson fue el jugador del partido. Sacó a relucir sus mejores manos de cirujano. Actuación quirúrgica la de Thompson con 30 puntos y un excelente 8 de 11 desde el triple.
Stephen Curry firmó 20 puntos y 12 rebotes y Draymond Green hizo 11 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias.
Con Thompson, Curry y Green a este nivel resultará muy complejo para Lakers este duelo en las alturas mediáticas.
El titular de nuevo cuño JaMychal Green firmó 15 puntos en 13 minutos de acción, Andrew Wiggins sumó solo 11 puntos, pero aportó bastante al equipo, y Looney, 6 tantos y 8 rebotes en 12 minutos en pista, tras venir de capturar 23 rebotes en el primer encuentro.
Lakers se desvaneció totalmente, como si tras ganar el primer partido hubiera considerado que ya tenía todos los deberes hechos.
El problemas de Lakers, o uno de sus problemas, es Anthony Davis, constituido a la vez en vicio y virtud del equipo porque vive en una bipolaridad constante que arrastra a su equipo, porque otra vez Davis nos deparó una actuación gris tras una actuación brutal, al estilo del doctor Jekyll y Mr. Hyde.
Le tocó el lado oscuro a Davis con 11 puntos y 7 rebotes. Y no fue el único. Dennis Schröder volvió a las andadas tras su buen primer partido, Austin Reaves estuvo lejos de su nivel de efectividad habitual y D'Angelo Russell mostró una vez más su inconsistencia cuando se mide su rendimiento en el medio y largo plazo.
LeBron James, con 23 puntos y 7 rebotes, y Rui Hachimura, con 21 puntos, fueron los mejores de su equipo, lo que no es decir mucho teniendo en cuenta el lamentable partido que se marcó Lakers tras su brillante inicio de serie, unos Lakers que esta noche quedaron reducidos a escombros en un abrir y cerrar de ojos, con todas sus costuras saltando por los aires.
Este sábado tercera entrega de la eliminatoria, con la serie viajando a Los Ángeles con 1-1 tras su paso por San Francisco.