El Pistons-Magic era un partido que carecía del más mínimo interés si tenemos en cuenta la calidad de los equipos contendientes, pero el duelo se ha ganado sus minutos de fama debido a una trifulca multitudinaria que se saldó con 3 expulsiones.
Sucedió al borde del descanso. Moritz Wagner empujó en plena carrera a Killian Hayes enviándole contra el banquillo y cuando el alemán estaba siendo sujetado Hayes reaccionó dándole un vil puñetazo en la cabeza por la espalda, para acto seguido desaparecer del lugar como sin con él no fuera la cosa. Aquí la acción.
La acción derivó en una trifulca multitudinaria que terminó con 3 expulsiones: la de Wagner por una flagrante de tipo 2 y las de Hayes y Hamidou Diallo por su protagonismo en la trifulca.
El incidente, salvando las enormes diferencias existentes, hizo a algunos recordar que Pistons ya protagonizó una de las peleas más vergonzosas de la historia de la NBA. Fue ante Pacers hace 18 años y llegó a trasladarse a la grada.
El partido terminó con victoria por 121-101 para Detroit, pero del resultado no se acordará nadie ni en el futuro más inmediato.