El duelo neoyorquino tuvo un dueño indiscutible, un amo y señor llamado Brooklyn Nets, que anuló cualquier duda por la vía rápida bajo el influjo feliz de Kevin Durant, que se marcó un triple-doble para seguir con su particular racha ante los Knicks.
Durant lleva ya 13 victorias seguidas ante los Knicks. La de hoy (112-85) la celebró con números excelentes: 29 puntos, 12 rebotes y 12 asistencias, y con un +32 para su equipo con él en pista, solo superado por el +44 de su compañero Royce O'Neale, capital como argamasa del equipo.
La megaestrella de Nets no ha bajado de 25 puntos en ninguno de los 12 partidos que ha disputado esta temporada, algo que no pasaba desde que Michael Jordan lo lograra en los 16 primeros encuentros de la temporada 1988-1989.
Brooklyn ha encontrado en Durant el perfecto director de juego en ausencia del díscolo Kyrie Irving, un jugador que estaba siendo una rémora para los suyos tanto por la polémica que siempre lleva a cuestas como por su rebeldía ante Steve Nash, al que, por lo visto, no hacía ni caso en la pista cada vez que le daba una indicación. Es Irving, tampoco se pueden esperar milagros.
Sin Irving, cuya calidad inmensa nadie puede negar, no le va mal a Brooklyn. Esta noche resolvió vía exprés, con un 38-22 en el primer cuarto y un 69-44 al descanso tras el daño sufrido por New York a manos de Durant, un enorme Edmond Sumner y una batidora llamada Seth Curry, que en la primera mitad metió 14 puntos jugando solo 7 minutos.
Tras el intermedio ya no hubo partido, dada la superioridad de Brooklyn. Sobraron muchos minutos.
Los Nets (5-7 ahora) doblegaron a unos tristísimos Knicks. Lo consiguieron con un notable trabajo defensivo, una primera parte primorosa en ataque y buenas dosis de fe en su juego hoy, el día en el que Jacque Vaughn era elevado al cargo de entrenador jefe en detrimento de Ime Udoka.
Curry finalizó el encuentro con 23 puntos en 23 minutos, 18 localizados desde el triple, y Sumner ayudó con 18 tantos y exceletes porcentajes de tiro.
Mientras, Ben Simmons, que sigue partiendo desde la suplencia, sumó 6 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias, aunque hay que reconocer que su equipo funcionó bastante bien con él en pista.
Los Knicks, un auténtico desastre. Firmaron los de Tom Thibodeau un penoso 32,2% en el tiro de campo, con una suplencia para olvidar y con solo 3 jugadores aportando puntos.
Julius Randle hizo 24 puntos y 11 rebotes. Y RJ Barret (16 puntos) y Jalen Brunson (14) no tuvieron su mejor día en el tiro. Pero peor le fue a Cam Reddish: 0 puntos tras errar sus 7 tiros. Desde luego, no fue la noche de los Knicks en el gran duelo de la ciudad de Nueva York.