Sin apuro alguno. Con esa comodidad alejada de cualquier urgencia ha derrotado hoy Pistons a Warriors (128-114), dejando al equipo californiano con 3 derrotas en los últimos 4 partidos tras perder en 24 horas en Charlotte y en Detroit.
Warriors (marca ahora negativa de 3-4) jugó sin Klay Thompson, pero sobre todo jugó sin el mínimo ánimo para ofrecer un espíritu competitivo acorde a su condición de defensor del título. Como mucho se puso 10 puntos por delante jugándose el segundo cuarto, momento en el que los locales le endosaron un 29-9. A partir de ahí, el partido fue de Pistons, que llegó a atesorar una ventaja de 17 puntos en el tercer cuarto (74-57) y que dominó la parte final sin problemas.
Muy mal Warriors de nuevo en la definición. Errando triple tras triple, con un desconocido Stephen Curry en ese cierre del partido y con un equipo que volvió a defender muy mal, por momentos rematadamente mal.
Detroit endosó 71 puntos a Warriors en los dos cuartos centrales y terminó el partido con 4 jugadores en 20 o más puntos, y con sus titulares anotando 111 puntos, lo que compensó la falta de banquillo del equipo local frente a la mayor profundidad de plantilla de un equipo visitante que decepcionó.
Saddiq Bey sumó 28 puntos, Isaiah Stewart le hizo un roto en la pintura a los californianos con 24 puntos y 13 rebotes, Cade Cunningham se quedó a un paso del triple-doble con 23 tantos, 10 rebotes y 9 asistencias y el recién extendido Bojan Bogdanovic se fue a 21 puntos con buenos porcentajes, dando un paso más en su fantástico inicio con estos Pistons.
El quinteto inicial de Detroit lo completó el novato Jaden Ivey, que aportó 15 puntos.
La mala noticia para el equipo de Dwane Casey fue la lesión en el cuarto final del rookie Jalen Duren. Habrá que esperar en qué queda.
Warriors jugó sin Klay Thompson (descanso) y en ataque solo tuvo dos jugadores: Stephen Curry (32 puntos, con 4 de 14 desde el triple) y Jordan Poole (30 puntos), que ejerció de titular.
Poco más por parte del equipo visitante, con Draymond Green lejos de su mejor versión, con Andrew Wiggins en 4 de 15 en el tiro y sin que nadie más que Curry y Poole sacara la cabeza en ataque, más allá que hay que insistir en que el máximo problema visitante fue su defensa.