Se acabó la temporada para Philadelphia 76ers. Eliminación en semifinales de conferencia ante Miami Heat por 4-2 y decepción por una nueva postemporada con Joel Embiid tocado y por el bajo rendimiento de James Harden. Ahora toca pensar en el futuro.
Y de ese futuro ha hablado el presidente de Operaciones de Baloncesto del club, Daryl Morey, que ha sido muy claro a la hora de indicar que el objetivo de Sixers es mantener en sus filas a su entrenador jefe, Doc Rivers, y al All-Star James Harden.
La idea es que Rivers siga entrenando al equipo la próxima temporada. "Pienso que es un gran entrenador y quiero trabajar con él", ha dicho Morey para aplacar los rumores que había en torno al técnico una vez Sixers quedó eliminado.
Rivers fichó como entrenador de Philadelphia en octubre de 2020, antes de la llegada a los despachos de la franquicia de Daryl Morey, pero no se conocen ningún tipo de desavenencias entre ambos. Parecen haber trabajado en buena sintonía.
Sobre Harden, un viejo conocido de Rockets al que Morey llevó a Sixers, tampoco ha querido el ejecutivo dar pábulo a las especulaciones. En este sentido, ha afirmado: "El plan es que se quede... ese ha sido el plan desde el traspaso".
Harden tiene una opción de jugador de cara a la próxima temporada valorada en 47,4 millones de dólares. Si la declina, el jugador podría firmar un máximo con Sixers de 270 millones por 5 años, aunque también podría rebajar su caché, cobrar menos dinero y permitir así que el equipo tuviera un mayor margen salarial para mejorar la plantilla.
Tocará ahora, ha dicho Morey, trabajar con los representantes de Harden. Veremos en qué términos se mueve la negociación.