Bucks-Mavericks es sinónimo de Giannis Antetokounmpo vs. Luka Doncic. Hoy se volvían a ver las caras el griego y el esloveno. Y Luka reinó en el territorio de Giannis. Lo hizo hasta llevar a su equipo a una muy buena victoria (112-118).
El triunfo permite a Dallas (49-30) seguir peleando con Warriors por la tercera plaza del Oeste. Y la derrota aleja a Milwaukee (48-30) de la lucha por liderar el Este.
La dominical fue de Luka. El ex del Real Madrid sacó a relucir todo su gen competitivo ante los defensores del título. Terminó Doncic con 32 puntos, 15 asistencias y 8 rebotes. Suele lucirse ante los Bucks. Armó a su equipo en la ofensiva. Y alimentó a Dwight Powell. Jugador, Powell, que tiene una química especial con el esloveno. Y que hoy brilló especialmente: 22 puntos y 13 rebotes. No parece que haya pasado por un Aquiles.
Gran importancia en el triunfo de Reggie Bullock. Hizo 16 puntos y capturó 7 rebotes. Además de aplicarse en defensa. El Bullock de los Knicks. El Bullock que ha tomado la palabra en Dallas en la segunda parte de este curso.
Jalen Brunson metió 15 puntos. Y Dallas afrontó el juego sin Maxi Kleber.
Los Mavs presentaron una ofensiva de gran calado. Con eficacia desde el triple. Desde el ámbito de los 2 puntos. Desde los libres.
Milwaukee tuvo como rémora que Antetokounmpo mostró su cara humana. No estuvo superlativo el heleno. Sumó 28 puntos y 10 rebotes. A su lado, Jrue Holiday (20 puntos, 9 asistencias, 0 pérdidas y 5 de 8 en triples). Pero no Khris Middleton. Erró Middleton 11 de sus 14 tiros de campo.
Bobby Portis hizo 17 puntos y 8 rebotes en 23 minutos. Y Brook Lopez, 14 tantos en 22.
El final fue bien significativo. La tremenda presión de Bucks en toda la pista puso en apuros a Dallas. Muchas pérdidas de balón de Mavs en esa recta final por el gran trabajo defensivo de los locales. Pero Milwaukee no recuperó terreno. Porque lo que ganaba en defensa lo perdía en ataque. Hasta terminar cayendo.
A Milwaukee se le complica la cosa. Se aleja de Miami, el gran objetivo. Y Sixers da alcance a los de Budenholzer. Eso sí, el Este sigue siendo un campo de minas. Igualdad y competitividad máximas.