El verdadero festín para los buenos aficionados al baloncesto estuvo anoche en el descanso del Partido de las Estrellas, porque en ese descanso se dieron cita en la pista una buena parte de los 76 jugadores que fueron elegidos como los 75 mejores de la historia de la NBA con motivo del 75 aniversario de la liga.
Menudo atracón de mitos, una lluvia de estrellas sin fin, trayectorias legendarias por metro cuadrado, una lista maravillosa que culminó con la presencia final de Michael Jordan, el más esperado, con ese halo que solo tiene Jordan.
En Cleveland, en la cancha, estaban en carne y hueso exjugadores como Magic Johnson, Julius Erving, los casi nonagenarios Bill Russell y Bob Pettit, Jerry West, Kareem Abdul-Jabbar, Oscar Robertson, Hakeem Olajuwon, Patrick Ewing, Isiah Thomas, John Stockton, Karl Malone, Tim Duncan, Dirk Nowitzki... además de muchos que todavía están en activo, con LeBron James como principal reclamo.
A ellos se sumaban los que saludaban desde sus casas por no poder o no querer acudir, como Larry Bird y Scottie Pippen, entre otros, y todos aquellos, no pocos, fallecidos, con un aplauso muy especial dedicado a Kobe Bryant.
La presentación del homenaje corrió a cargo del cineasta Spike Lee, hubo un vídeo con narración del actor Forest Whitaker y la música del acto corrió a cargo de los también míticos Earth, Wind & Fire. Una auténtica delicia para los ojos ver a tanta estrella y de generaciones tan alejadas unas de otras reunida en un acto de un calibre insuperable.