Los Nuggets pudieron tomarse la revancha ante los Spurs de forma rápida. Y es que 48 horas después de perder en San Antonio 123-111, invirtieron los términos para vencer 112-127 de la mano de otras prodigiosa exhibición de baloncesto de Nikola Jokic.
La calidad infinita del serbio, el gran acierto de Denver desde el triple y la noche feliz de Markus Howard partiendo de la suplencia marcaron una victoria fácil del equipo de Malone, que dominó de forma absoluta a partir del vendaval ofensivo desplegado en el segundo cuarto.
Denver metió 75 puntos entre el segundo (44) y el tercer cuartos (31) para plantarse en el final del tercer acto con 29 de ventaja (74-103). Lo demás fue puro maquillaje por parte del equipo local, que esta vez no dio la talla.
Los de Colorado se ponen 13-13 en la tabla, lo que parece un milagro dadas las circunstancias, pero es que Jokic es mucho Jokic.
Victoria sin Jamal Murray, Michael Porter Jr., Will Barton, P.J. Dozier y Austin Rivers. Casi nada. Victoria metiendo 127 puntos, enchufando 20 triples y dominando a un rival que apenas opuso resistencia.
Lo de Jokic fue otra maravillosa y rutinaria exhibición: 35 puntos, 17 rebotes, 8 asistencias, 15 de 24 en el tiro de campo, 4 de 6 desde el triple y +32 para su equipo en los 34 minutos que jugó. Todo ello lanzando solo un tiro libre en toda la noche. Venía el vigente MVP de la NBA de completar 3 partidos de triple-doble seguidos.
También espectacular el desempeño de Markus Howard, autor de 21 puntos en 21 minutos tras encestar 6 triples.
Monte Morris sumó 19 puntos, Aaron Gordon hizo 16, el novato Bones Hyland añadió otros 16 con 4 triples y el argentino Facundo Campazzo ayudó con 8 puntos y 8 asistencias en 29 minutos de acción.
San Antonio estuvo muy lejos de su rendimiento habitual. Muy mal en defensa y con su quinteto titular con la cabeza en otra parte, todo lo contrario que unos suplentes que presentaron a 5 de sus jugadores con 10 o más puntos.
Lonnie Walker IV fue el máximo anotador texano con 16 puntos y el joven Vassell encestó 15, con Keldon Johnson como único jugador titular que estuvo acertado en el aspecto individual.