Lonzo Ball y los Pelicans aprovecharon su segunda oportunidad para sacarse la espina que les dejó clavada 24 horas antes los Warriors. Muy distintos los dos partidos consecutivos que enfrentaron a ambos equipos.
Pelicans perdió el primero 108-123 y ganó este segundo 108-103. A simple vista, la gran mejora del equipo local se dio en la defensa, esa parte del juego que tanto ha descuidado a lo largo de la temporada y que está a punto de dejarles fuera incluso del play-in.
Si para Pelicans fue muy distinto el desenlace de uno y otro partido, mucho más radical fue el cambio para Lonzo Ball, que venía de protagonizar una espantosa actuación traducida en un 3 de 18 en el tiro de campo con 1 de 9 desde el triple. Pues bien, 24 horas después Lonzo Ball fue la gran estrella del partido.
El joven base se resarció, ¡y de qué manera!, de su horrible desempeño ante Golden State y desempolvó esta vez su mejor baloncesto: 33 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias y 7 triples. Pero lo mejor para él fue que anotó 6 puntos cruciales en los últimos 30 segundos del encuentro.
El partido se le fue a Warriors en un momento puntual que resultó clave. Con 102-100 en el marcador, Golden State luchaba por ganar el partido. Entonces, Zion Williamson robó la bola a Mychal Mulder y corrió en campo abierto con el balón, siendo parado a mitad de pista con falta por Draymond Green a 15,9 segundos del final, una falta que por su naturaleza supuso 2 libres para Zion, que metió, y posesión para Pelicans, que se fue de nuevo a los libres para otros 2 puntos de Lonzo Ball. Y el partido ya tuvo dueño.
La victoria local deja a Pelicans con 30-36 por el 33-33 de Warriors, pero el primer objetivo de New Orleans para entrar en el play-in es ahora mismo Spurs, que está con 31-33. La meta sigue siendo difícil, pero no imposible.
Pelicans recuperó al lesionado Steven Adams, lo que dejó sin jugar al español Willy Hernangómez.
Además del resurgir de Ball, los locales gozaron del sensacional empuje de Zion Williamson, autor de 23 puntos, 12 rebotes, 7 asistencias y 4 robos. Buen partido de Eric Bledsoe, floja noche de Brandon Ingram y buenos roles desde la segunda unidad de Marshall y Hayes.
Warriors gozó de un gran primer cuarto de Stephen Curry, que alcanzó más tarde el final del tercer cuarto con 35 puntos y 8 triples, pero que encalló en el cuarto y definitivo período, notándolo sobremanera su equipo. Terminó con 37 puntos, 9 rebotes, 8 triples y 13 de 31 en el tiro de campo.
Otro buen partido de Andrew Wiggins en ataque (26 puntos) y otra completa actuación de Draymond Green (7 puntos, 12 rebotes y 9 asistencias) sin apurar su excelencia y equivocándose en un momento importante del partido. El mexicano Juan Toscano-Anderson sumó 3 puntos, 6 rebotes y 4 pases de canasta en 25 minutos.
Golden State metió 20 triples tras abusar de esa faceta ofensiva y tuvo como uno de sus elementos más discordantes las pérdidas de balones (18), una de las cuales fue el remate definitivo para los de Steve Kerr.