El apretado calendario de la NBA sigue triturando al baloncesto. Hoy, un partido llamado a considerarse estelar, con dos de los tres equipos más potentes del Este en liza, se convirtió por causa de las bajas en un episodio infumable.
Milwaukee fue con todo para derribar de forma estrepitosa a unos Sixers que jugaron sin Joel Embiid, sin Ben Simmons y sin ningún tipo de espíritu competitivo ante la mirada contrariada de Doc Rivers, que terminó con aire más relajado el último cuarto viendo que la cosa no tenía arreglo alguno.
¡Victoria de Bucks ante Sixers por 38 puntos de ventaja (132-94) tras llegar a acumular más de 40! Y segundo triunfo de Milwaukee sobre Philadelphia en los 3 últimos días para dejar a los Sixers con 4 derrotas consecutivas (ante Warriors, Suns y dos frente a Bucks, encajando 124 y 132 puntos).
La defensa de Sixers fue una pantomima y el ataque del equipo ofreció uno de sus peores retratos de la temporada. Al otro lado, unos Bucks poderosos que se permitieron el lujo de ganar por 38 teniendo a Khris Middleton sin anotar en todo el partido una sola canasta en juego.
El rey del partido fue Giannis Antetokounmpo y el rey de los minutos de la basura fue su compañero Jordan Nwora, que se lució en el intrascendente último cuarto para acabar con 13 puntos en 9 minutos de juego.
El griego se mostró imparable: 24 puntos 14 rebotes y 7 asistencias en solo 24 minutos. No jugó el último cuarto. Paseo triunfal el del MVP heleno.
Antetokounmpo pasó en la lista de anotadores históricos de los Bucks a Glenn Robinson para situarse en la segunda posición, solo superado por Kareem Abdul-Jabbar.
Buenos papeles de Jrue Holiday, Bobby Portis, Pat Connaughton y Bryn Forbes en unos Bucks que defendieron a buen nivel y que aprovecharon la mala jornada de unos Sixers desconocidos.
El partido se rompió en el tercer cuarto tras llegar al descanso con marcador de 50-40 y una impresión generalizada de sopor. La primera parte se movió muy lejos de los cánones que a la NBA le gustaría implementar en sus espectáculos. Fue una primera mitad sin vida en la que los locales metieron el 36% de sus tiros y los visitantes el 33.3% tras protagonizar un penoso 3 de 20 desde el triple.
Llegó el tercer cuarto y los Sixers se hundieron irremediablemente cuando más cerca estaban de ponerse por delante en el marcador. Andaban los de Doc Rivers a un punto de su rival cuando encajaron un demoledor 17-3 para un doloroso 72-57.
A partir de ahí, la debacle. La ventaja local creció y creció sin pausa. Los de Budenholzer se llegaron a poner 25 arriba y terminaron el tercer cuarto ganando 86-63.
El último cuarto fue un largo y pesado trámite que sirvió para ver buenos detalles de algunos jugadores del fondo de la rotación de ambos equipos. La ventaja superó por momentos los 40 hasta quedar definitivamente en esos 38 puntos (132-94). Milwaukee anotó 82 puntos en la segunda mitad.
Sixers, partido para olvidar el suyo, tuvo al novato Maxey y a Shake Milton con 15 puntos y a Dwight Howard con 12 tantos y 12 rebotes.
El Este queda ahora con los Nets en 40-20, los Sixers con 39-21 y los Bucks con 37-22. Tras ellos, el abismo.