Antes del partido Brad Stevens negaba posibles conexiones con la universidad de Indiana e insistía en que su sitio está con los Celtics, pero de seguir esto así no se sabe hasta cuándo el camino conjunto de Celtics y Stevens seguirá siendo conjunto.
Hoy por hoy, Boston está en una pequeña encrucijada, en una crisis de juego y resultados preocupante, aunque en esta celérica NBA las crisis aparecen y desaparecen a ritmo vertiginoso.
Lo cierto es que no esperaban los Celtics perder en el Garden con Sacramento Kings (96-107). Tercera derrota consecutiva de Boston -¡las dos últimas con Cleveland y Sacramento!- para ponerse con marca de 3-4 en marzo y con 8-12 en los últimos 20 partidos, lo que lleva a los de Stevens a colocarse con balance negativo en la temporada, marca de 20-21. No es el camino trazado a principio de temporada para este equipo, ni mucho menos. Profunda decepción.
Ante Kings, otro partido deficiente. Se empantanó el ataque, el equipo local fue a remolque de los californianos y cuando supo remontar para ponerse a un paso de la victoria... ¡otro espantoso final de partido!
Se está especializando el equipo bostoniano en entrar en profundos cortocircuitos en los momentos cruciales. Pasó otra vez. Sacramento llegó a dominar por 15 puntos en el segundo cuarto, pero Boston llegó a ponerse por delante y se presentó con marcador de 91-90 faltando 4:31 para el final. Pues bien, a partir de ahí un parcial de 5-17 para terminar perdiendo el partido 96-107.
Baste decir que Boston metió 15 puntos en el cuarto final ante unos Kings que trabajaron muy bien en defensa y que tuvieron a tres jugadores en 20 o más puntos. De'Aaron Fox firmó 29, Richaun Holmes añadió 25 más 11 rebotes y 3 tapones y Buddy Hield sumó 22 con 6 triples. Además, 15 tantos y 13 rebotes de Harrison Barnes. Todo con la baja del joven Marvin Bagley III, cuyo talento sigue sin despegar y cuyo físico permanece inmerso en la fragilidad.
Boston solo dispuso de 7 tiros libres por los 26 que cayeron en manos de Sacramento, pero el fondo de la cuestión es otro: estos Celtics andan de capa caída.
Solo Jaylen Brown salvó un poco la cara con sus 19 puntos y 11 rebotes, aunque no fue, desde luego, el mejor Brown. Kemba Walker metió 16 y dio 7 asistencias, pero terminó con 6 de 18 en el tiro. Muy discreto Jayson Tatum y aprovechables Daniel Theis, aunque no estuviera fino desde el triple, y Robert Williams III, que está pidiendo a gritos más minutos en este equipo que no avanza.
Boston carece de la profunda rotación de los mejores equipos de la NBA y sus piezas elementales empiezan a dar señales de un más que preocupante cansancio. Veremos si es pasajero o si ese cansancio termina por llevarse por delante la temporada.