Vaya usted a saber qué ha pasado por la cabeza de Draymond Green. El caso es que en el momento crucial uno de los jugadores de Warriors con mayor IQ ha firmado en la cancha una jugada inexplicable que ha terminado por derrotar a su equipo.
Marcador en 103-100 a favor de Spurs a 8,7 segundos del final. Saca de banda Warriors para buscar la prórroga. La defensa texana sella el posible pase a Stephen Curry, Draymond Green recibe la bola y... ¡lanza un triple sin posición, lejanísimo, con el defensor encima y cuando todavía quedaban 5,6 segundos para el final! El tiro, por supuesto, no toca ni el aro, y su equipo pierde al final 105-100 tras anotar 2 libres DeMar DeRozan.
Extraño desenlace para un bonito partido, un encuentro alejado del corte superficial que acompaña generalmente a muchos juegos de temporada regular atiborrados de velocidad, triples y relajación defensiva. Aquí hubo interés al menos por jugar al baloncesto en la completa concepción de la palabra baloncesto. Es decir, atacando, pero también defendiendo.
En ese universo equilibrado, Dejounte Murray fue el rey. Partidazo del jugador de San Antonio Spurs, auténtico partidazo: 27 puntos, 10 rebotes, 8 robos de balón (mejor marca en la NBA esta temporada) y un triple crucial en los momentos finales.
Ese triple fantástico de Murray (101-97 a 12,6 segundos del final) y el acierto de DeRozan desde el tiro libre a partir de ahí (4 de 4) ha dado el triunfo al equipo local, que queda con una inesperada marca de 14-10. Formidable trayectoria la del equipo de Popovich.
Además de Murray y DeRozan (21 puntos, 10 asistencias -llega a las 1.000 con Spurs- y 6 rebotes), destacar la labor de Jakob Poeltl (14 tantos, 11 rebotes y 4 tapones) y la superioridad de la segunda unidad de Spurs con respecto a la segunda de Warriors, un equipo, el californiano, que se desangró perdiendo balones.
En Warriors, 32 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias y 6 triples de Stephen Curry, que apuró las opciones de su equipo con un gran triple que puso el 101-100 en el marcador, y otro notable partido del denostado Kelly Oubre Jr., que firmó 24 puntos con buenos porcentajes de tiro tras un muy buen inicio de partido y una notable primera parte (18 puntos).
Más allá de ellos, solo Draymond Green y, en menor medida, el mexicano Juan Toscano-Anderson.
Green acabó con 7 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias. Otra vez fue capital en los suyos, pero tiró de forma deficiente y anduvo realmente desafortunado en el desenlace tras errar 2 libres a 1:15 del final y protagonizar el inexplicable tiro que condenó a los suyos definitivamente.
Mientras, Toscano-Anderson fue de menos a más, destacando especialmente en el tercer cuarto. Ejerció el mexicano nuevamente de titular, estuvo 29 minutos en la cancha y firmó 8 puntos, 11 rebotes y 2 asistencias.
Un lastre para Warriors, hay que insistir, las muchísimas pérdidas de balón que cometió el equipo, que ahora está con balance equilibrado de 12-12.
La primera parte del partido fue del equipo visitante, que dominó el primer cuarto 27-36 tras anotar 7 triples bajo la guía de Curry y Oubre Jr. y que llegó a tener 14 puntos de ventaja (31-45) en el segundo cuarto para luego perder esa ventaja prácticamente (50-51) jugándose ese mismo cuarto.
Al descanso, 54-59, con Murray haciendo ya de la suyas, en el sentido más positivo, y con Oubre Jr. y Curry liderando a los suyos.
Buena señal para San Antonio sobrevivir en la primera parte a pesar de que el trío White-Gay-Mills acumulara por entonces un 2 de 17 en el tiro. Eso sí, Golden State ya llevaba 12 pérdidas de balón al descanso.
La segunda parte fue todo igualdad. Llegando el partido al final del último cuarto sin decidir. En los últimos 3 minutos, un par de triples del omnipresente Murray, un par de faltas en ataque de Warriors, la segunda revisada a favor de los californianos porque había sido claramente de Patty Mills, acierto en la ofensiva de Stephen Curry y desacierto de su compañero Draymond Green y templanza desde los libres de DeRozan para una nueva victoria de San Antonio. Estos Spurs están sorprendiendo a todos. El viejo Popovich parece seguir en forma.