Partido intenso y competitivo en el State Farm Arena de Atlanta, con los Hawks dándolo todo para poner contra las cuerdas a unos Lakers que siguen con paso firme en la temporada. Victoria angelina por 99-107 con LeBron James decidiendo en la recta final.
Llegó el partido equilibrado al último minuto y medio de juego y allí apareció una vez más LeBron. En ese minuto y medio final le dio para meter un triple, arrebatar un balón a Clint Capela en forma de tapón colocado abajo, anotar una canasta de 2 y encestar 4 libres sin fallo para cerrar la victoria de los suyos. Todo un compendio de virtudes para dejar a los Hawks con la miel en los labios.
La gran referencia de Lakers aún tuvo tiempo en pleno partido para reprochar a una espectadora de primera fila su actitud lamentable. Se bajó la mascarilla con la que está cayendo en Estados Unidos y se dedicó a proferir insultos a los jugadores. Fue expulsada de su asiento. Está claro que tiene más dinero que neuronas. Una mala imagen para un pabellón que albergaba para el partido a algo menos de 1.500 espectadores.
Pero volviendo al final apretado del encuentro, tuvo ayuda LeBron, claro está, aunque fuera él el que encarnara el éxito final. Por ejemplo, el excelente robo de balón protagonizado por Dennis Schröder en esa recta final o la presencia del recalcitrante (para los rivales) Alex Caruso en una jugada clave, en el único error de James en esa recta final de partido, un triple fallado por la estrella de los Lakers cuyo rebote logró Caruso haciendo un alarde, ya que se encontraba en la esquina a la espera de un posible triple liberado y tuvo la intuición y el físico para correr hasta debajo del aro y arrebatar el rebote a Atlanta. Caruso es especial, con él en la cancha todo funciona mejor.
LeBron había permanecido algo adormecido a lo largo del partido. El buen trabajo en defensa de Cam Reddish y las buenas ayudas para tapar al de Akron habían surtido efecto. Se fue del tercer cuarto habiendo anotado solo 9 puntos, pero en el último cuarto hizo 12 para terminar con 21, a los que añadió 7 rebotes y 9 asistencias.
En los 3 cuartos anteriores la batuta de Lakers había correspondido a Anthony Davis, que terminó el partido con 25 puntos y 3 tapones. Se apagó Davis en el cuarto final y no estuvo durante el partido especialmente laborioso en el rebote.
Mientras, Montrezl Harrell y Dennis Schröder mostraron para qué han sido fichados. El primero sumó 19 puntos desde la segunda unidad y el segundo metió 16 desde la primera. Mejoró Kentavious Caldwell-Pope, Caruso siempre está donde se le pide y Marc Gasol empezó bien para luego nublarse (2 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias en 17 minutos).
Lakers volvió a ejercer un buen trabajo defensivo, se mostró deficiente desde el triple y supo jugar los momentos decisivos.
Atlanta, mientras, hizo un buen partido, aunque es cierto que titubeó en la recta final del tercer cuarto y el inicio del cuarto período, tiempo en el que encajó un 0-16 que puso a Lakers 76-86 tras un robo y mate al contraataque de Caruso, obligando a los locales a un esfuerzo extra.
Trae Young llevó la manija del juego local con 25 puntos y 16 asistencias. Su único pero fue perder 7 balones. Nadie puede dudar de sus dotes de mando. John Collins añadió 22 puntos, Clint Capela hizo 16 más 13 rebotes y 3 tapones tras meterse en la primera parte en problemas de faltas, Reddish trabajó bien en defensa, Danilo Gallinari se mostró errático y Rajon Rondo fue de más a menos ante su exequipo.
Atlanta terminó cediendo ante los poderosos Lakers y ahora está en un perfecto equilibrio con 10-10. Está claro que estos Hawks son otros Hawks.