JORNADA NBA / FINALES NBA 2020

Los Heat de Butler arruinan la fiesta Black Mamba de los Lakers

Miami sobrevive en las Finales ganando 108-111 tras un colosal duelo entre Butler y LeBron

Lakers falla en la jugada final y Heat vence con un gran partido de Duncan Robinson

Ángel Mustienes |

Miami Heat sigue luchando contra viento y marea ofreciendo un espectáculo de resistencia numantina digno de todo elogio. Partidazo del equipo de Spoelstra para salvar el primer 'match ball' y seguir vivo en las Finales. Victoria por 108-111 tras un duelo colosal protagonizado por Jimmy Butler y LeBron James.

Butler y sus Heat han arruinado la fiesta Black Mamba de los Lakers, que han perdido su primer partido en estos playoffs vistiendo la camiseta diseñada por Kobe Bryant y que ahora le recuerda. Con ella querían cerrar hoy las Finales y lograr el 17º título para la franquicia, pero la celebración tendrá que esperar.

El duelo Butler-James lo inundó todo. Ambos jugadores hicieron un derroche físico y un despliegue de brutal baloncesto para encandilar a todo buen aficionado al baloncesto.

Jimmy Butler firmó un triple-doble (lo había completado ya al inicio del último cuarto). Terminó con 35 puntos, 12 rebotes, 11 asistencias, 5 robos de balón y 12 de 12 en los tiros libres, incluyendo libres decisivos en los últimos segundos. ¡Solo descansó 49 segundos! Infatigable el alero de Heat, auténtico líder de su equipo.

LeBron James acabó con 40 puntos, 13 rebotes, 7 asistencias y 3 robos tras meter 15 de sus 21 tiros de campo y 6 de 9 desde el triple. Alucinante LeBron con sus 35 años a cuestas. Tremendo su espíritu en la pista.

Miami disfrutó de la mejor versión de Duncan Robinson, que se fue a 26 puntos tras meter 7 triples. Él, Kendrick Nunn, que hizo un gran partido, y Tyler Herro, que metió 2 libres decisivos al final sin que le temblara el pulso, sumaron 52 puntos. Un jugador de segundo año no drafteado y dos novatos anotando 52 puntos en unas partido de Finales de la NBA.

Además, buen trabajo atrás de Andre Iguodala y Jae Crowder, que compensó la noche complicada que vivió Bam Adebayo, siempre superado por Anthony Davis.

En Lakers, Davis sumó 28 puntos, 12 rebotes, 3 tapones y 3 robos, metiendo el 60% de sus tiros de campo. Terminó el partido, eso sí, cojeando. Veremos si no tiene alguna lesión. En el primer cuarto quedó tendido en el suelo doliéndose de una zona delicada, parecía cercana al tendón de Aquiles, pero siguió jugando. Su forma de estar en la pista en los últimos momentos resultó preocupante, y aún así metió una canasta muy importante a 21,8 segundos del final.

Aportación muy positiva de Kentavious Caldwell-Pope, 16 puntos en su haber, y malas noches en ataque de jugadores como Kyle Kuzma, Rajon Rondo, Alex Caruso o el inexistente en la ofensiva Markieff Morris.

Lakers tuvo jugada para ganar el partido. Con 108-109 para Miami, atacaron los angelinos para adelantarse. Tenían 16,8 segundos para hacerlo. LeBron penetró, la defensa se cerró sobre él, dobló muy bien el balón para el triple liberado de Danny Green, pero este falló. Eso sí, lo peor vino después: el balón cayó en manos de Markieff Morris y este extravió el pase de muy mala manera. La idea de Morris era la adecuada, la ejecución no.

Acto seguido, Tyler Herro tuvo 2 libres y los lanzó como el más experto de los veteranos para poner el 108-111 con 1,6 segundos por jugar y con Lakers sin tiempos muertos, lo que hizo prácticamente inviable la jugada final.

Miami recorta hasta el 3-2 a la espera de lo que pueda suceder el domingo tras el extenuante esfuerzo al que Spoelstra sometió a sus pupilos al recortar su rotación hasta solo 7 jugadores.

Lakers fue casi todo el partido a remolque de Miami Heat, sin que los de Florida, eso sí, se marcharan en el marcador por más de 11 puntos. Lo fue hasta que a 6:18 del final Kentavious Caldwell-Pope puso el 97-96 a favor de Lakers, que no había tenido ventaja en el luminoso desde el primer cuarto.

A partir de ahí se encendieron todas las alarmas en los aficionados de los Heat, pero su equipo nunca bajó el pistón. Lakers no pasó de tener como mucho 3 puntos de ventaja y el final resultó muy emocionante.

El último cuarto sirvió para ver cómo apretaban aún más las defensa y cómo bajaban los hasta entonces buenos porcentajes de tiro de campo. Ambos equipos se mostraron perfectos desde los libres en el cuarto final (7 de 7 Lakers y 8 de 8 Heat), pero hubo importantes diferencias entre ambos equipos en los últimos 12 minutos.

Heat había controlado muy bien el rebote en los tres primeros cuartos, pero en el cuarto final esa faceta del juego estuvo a punto de arruinarle la noche. Lakers caputró 14 con 6 ofensivos en el cuarto por los 6 sin ninguno en ataque de Miami. La compensación estuvo en el control del balón: Heat perdió 2 balones en el último período y Lakers extravió 6, incluyendo el decisivo pase al vacío de Markieff Morris.

Más allá de todas estas consideraciones, Miami tuvo el control del juego y del marcador, un control que se le desbarató, eso sí, cada vez que Lakers pudo correr la pista.

El partido nos dejó un duro enganchón entre Butler y Dwight Howard en el primer cuarto, la presencia del veterano pívot de Lakers está siendo irrelevante en estas Finales, y el gran susto de ver a Davis tirado en el suelo con evidentes gestos de dolor cuando restaban 48 segundos para finalizar el cuarto de arranque.

Interesante para Miami ver cómo Kendrick Nunn ha llegado con piernas y ganas a las Finales tras su práctica desaparición de la rotación del equipo durante amplios períodos de los playoffs debido a que llegó tarde y mal a la burbuja tras el parón competitivo.

Lakers vio cómo entre LeBron y Davis firmaban 68 de los 108 puntos del equipo con un 24 de 36 en el tiro de campo. Lo que dejó 40 puntos para el resto de los jugadores con una serie de 14 de 46. Dos mundos. Sin ir más lejos, los suplentes de Lakers anotaron 5 tiros de 22 intentos.

Al final, la victoria se decidió por detalles. Por cierto, bien arrepentido estará Frank Vogel de haberse comido un tiempo muerto con la revisión pedida a instancias de LeBron tras una falta en ataque del jugador de Akron cuando al partido aún le quedaba tela por cortar.

Luego, llegado el momento crucial, Vogel, que pidió sabiamente sus tiempos muertos durante el partido, se vio sin armas para armar una jugada ganadora porque carecía de tiempos muertos. Una situación que terminó por dejar a los Lakers sin opciones en las 16 décimas de segundo finales de juego.