El quinto partido de las Finales entre Lakers y Heat, ganado por Miami por 108-111, nos dejó un duelo de altísimos vuelos, un colosal cara a cara entre Jimmy Butler y LeBron James que está siendo la comidilla entre todos los aficionados de la NBA.
Butler solo ha descansado 49 segundos. Llegó el alero de Miami extenuado a la recta final del partido, pero no por ello bajó su rendimiento. Anotó tiros libres decisivos al final y firmó un triple-doble, que ya tenía en sus manos al inicio del último cuarto cuando capturó su décimo rebote.
Los números de Butler, alucinantes: 35 puntos, 12 rebotes, 11 asistencias y 5 robos de balón. Metió 11 de sus 19 tiros de campo (con un triple anotado) y estuvo perfecto desde la línea de castigo con un 12 de 12.
Es el segundo triple-doble que hace Butler en estas Finales, y se convierte así en el sexto jugador en la historia de las Finales que firma más de un triple-doble en unas mismas Finales. Le precedieron Magic Johnson, LeBron James (lo consiguieron en tres ocasiones), Larry Bird, Wilt Chamberlain y Draymond Green (lo lograron una vez).
LeBron, mientras, sostuvo la ofensiva de los suyos, y firmó cifras espectaculares: 40 puntos, 13 rebotes, 7 asistencias y 3 recuperaciones en 42 minutos de juego. Además, lo hizo con porcentajes de ensueño, ya que presentó una serie de 15 de 21 en el tiro de campo que incluyó un enorme 6 de 9 desde el triple.
El toma y daca de estos dos jugadores hizo vibrar a los aficionados. Sus físicos parecían no tener fin y sus niveles de acierto y sus visiones del juego, tampoco.
Al final, Butler se fue a vestuarios con toda la alegría en el cuerpo y LeBron abandonó al pista con cara de pocos amigos. Poco le importaban sus números, ni el haber igualado el récord de Derek Fisher de más partidos jugados en playoffs. Ahora, ambos están con 259.