JORNADA NBA / Playoffs 2020

Murray y Jokic dan otro repaso a Clippers y se meten en la final del Oeste

Los Nuggets ganan 89-104 para remontar otro 3-1 y dejar fuera de juego a los angelinos

Murray anota 40 puntos y Jokic firma un tremendo triple-doble en la victoria de Denver

Nigel Correas |

Mazazo para la NBA. No habrá final del Oeste Lakers-Clippers. Dolor de muelas para las televisiones. Y para más de un aficionado que solo se guía por los nombres y por la historia. Más allá de todo ello, ¡grandes los Nuggets, muy grandes!

Denver ha hecho historia en la NBA. Como la hace Clippers y por partida triple Doc Rivers. Los Nuggets se convierten en el único equipo en remontar dos 3-1 en unos mismos playoffs. Clippers sigue sin jugar una final de conferencia. Y sus intentos de hacerlo se cifran ya en un 0-8. Tras prácticamente medio siglo de historia. Y Rivers aumenta su leyenda negra. Es el único entrenador en perder tres series que dominaba por 3-1. Y ya era el único de la historia en haber perdido dos veces así.

Frente al poder económico de Steve Ballmer... dos tipos dispuestos a ponerlo todo patas arriba. Un canadiense y un serbio, para más inri. Jamal Murray y Nikola Jokic se llaman los angelitos. Nadie les pondría por delante de Kawhi Leonard y Paul George. Lógico. Pero a veces la lógica no tiene mucho que ver con la realidad. Y si no que se lo digan a la mecánica cuántica.

La mecánica del partido resultó muy comprensible. Murray y Jokic pusieron a los Clippers bajo tierra. Y la defensa de verdad la puso Denver. En ningún caso los Clippers. Un auténtico fiasco el equipo de Doc Rivers. Un equipo inconsistente por completo. Un equipo dado a la pájara. Un equipo, por cierto, que ha perdido muchos, muchos puntos a lo largo de esta serie. Porque su entrenador no ha sabido parar a tiempo la rachas del rival. O al menos intentarlo con un tiempo muerto a tiempo, valga la redundancia.

En cuanto al dúo exterminador, valgan sus números. El bueno de Murray firmó 40 puntos y 6 triples. Hizo nada menos que 20 puntos en un brutal segundo cuarto. Y se mostró intratable en los momentos cruciales. Y el bueno de Jokic ya había firmado un triple-doble en el tercer cuarto. Cuando ya dominaba la pista habiendo hecho solo 8 tiros. Una virtud al alcance de muy pocos. Terminó con un triple-doble mastodóntico: 16 puntos, 22 rebotes y 13 asistencias. Esos 22 rebotes son récord de su franquicia en playoffs.

Además, 14 puntos de Jerami Grant y Gary Harris. Es un lujo que dos tipos que defienden así te aporten además 28 puntos. Esta vez no fue necesaria ni siquiera una buena noche de Michael Porter Jr. Pasó desapercibido.

Defensa, mucha defensa de Denver. Y desastrosa ofensiva, mucho más que desastrosa de Clippers.

Todo empezó a torcerse para los angelinos en el tercer cuarto. Con un parcial en contra de 22-6. Para ponerse 9 puntos abajo (67-76). Por entonces, Denver ya había metido 6 triples en el cuarto. Muy poco después, Jokic ya llevaba un triple-doble. Tremenda exhibición de dominio de la pista del serbio durante el partido. Y una canasta sobre la bocina del cuarto puso el 74-82. La metió Morris. El Morris de Denver, claro. Monte Morris.

Pero lo peor estaba por llegar. El último cuarto de Clippers fue sencillamente catastrófico. Denver volvió a exhibir una tranquilidad pasmosa en los momentos decisivos. Es un equipo que lo borda en situaciones de máxima tensión. Por el contrario, los californianos dejaron una impresión lamentable bajo presión.

¡Clippers metió 4 puntos en los primeros 8 minutos del cuarto final! ¡Su primera canasta en juego tardó en llegar 7 minutos! ¡Su dúo estelar se estaba estrellando! Y su entrenador volvió a demostrar muy pocas dotes para salir del atolladero. Lo más que hizo fue situar un quinteto con JaMychal Green como única referencia interior. Para un día en el que Montrezl Harrell aportó algo al equipo. Tampoco un potosí. Pero al menos algo.

Está claro que Michael Malone ha dejado a Doc Rivers a la altura del betún. El español Jordi Fernández estará en la final del Oeste; el sobrevalorado Tyronn Lue, no.

El último cuarto del séptimo partido fue un calco del último cuarto del sexto. Un baño de Denver. Y una exhibición de impotencia de Clippers. Y se fue desgranando la catástrofe. Un triplazo de Murray y un mate de Grant... ¡para poner el 80-100! Nada menos que 20 puntos de ventaja con 2:10 por jugar.

La cara de Steve Ballmer lo decía todo. La de Doc Rivers, también. Las de Kawhi y George cuando fueron sustituidos a 1:24 del final, más de lo mismo. Mientras, Jokic se permitió el lujo de dar un pase perfecto de espaldas a Murray. Cuando ya todo estaba decidido. La cuadratura del círculo. Sin darse importancia. Como el que va a la oficina a saludar a los compañeros de trabajo. Un abuso. Pero sobre todo un reflejo de lo que fueron los Nuggets: un equipo que se divirtió sobre la pista.

Denver se pegó el lujo de ganar por 15 puntos perdiendo 20 balones. Con tranquilidad. Porque el rival se fue haciendo más y más pequeño. Terminó Clippers con 89 puntos. Tras meter 15 en el último cuarto. Tras acabar con un 37,8% en el tiro de campo. Metiendo solo 9 triples. Encajando un parcial de 13-35 en minutos encadenados del tercer y el último cuarto. Un dislate.

Harrell fue el máximo anotador de Clippers con 20 puntos. Kawhi solo hizo 14 y George, 10. Entre los dos, 10 de 38 en el tiro. Ni Leonard se libró de la debacle. Firmó su peor actuación. No fue el Kawhi letal de la postemporada. No fue el líder de líderes. Rivers solo empleó a Zubac durante 14 minutos. Marcus Morris fue de más a menos. Y Lou Williams siguió en su línea, que es la no línea. La desaparición. Como si no hubiera vuelto al juego todavía.

A los Clippers se les vio desquiciados en la recta final. Durante muchos minutos antes del final ya habían arrojado la toalla corporalmente. No metían nada. Patrick Beverley, de lo más salvable del equipo, erró un mate, Paul George lanzó un triple contra el canto del tablero... y hubo minutos en los que la defensa no se vio por ninguna parte. Es más, cuando la defensa se intensificó en los últimos minutos, ya era demasiado tarde.

Denver merece todos los elogios; Clippers merece todas las críticas. La NBA se tendrá que conformar con una final Lakers-Nuggets. Las casas de apuestas van a hacer muy felices a unos pocos. Los aficionados de Denver levitan a una milla de altura. Los de Clippers andan colorados sin haber nacido en Denver.