Optimismo moderado en Dallas Mavericks. No se quieren lanzar las campanas al vuelo, pero lo cierto es que el equipo respira aliviado tras conocer el resultado de la resonancia magnética a la que se ha sometido Kristaps Porzingis.
La prueba médica descarta que Porzingis tenga una lesión grave, ni siquiera preocupante, en la rodilla derecha, por lo que cabe la posibilidad de que pueda jugar el quinto partido de la serie de playoffs que enfrenta a Mavericks contra Clippers.
El entrenador de Dallas, Rick Carlisle, ha reconocido que son "buenas noticias", y confía en que el día que queda para afrontar el partido sirva para que Porzingis pueda recuperarse del todo para poder jugar.
Lo cierto es que la decisión de si juega o no se tomará a última hora tras hacer un seguimiento de cómo evoluciona el dolor que el pívot letón siente en la rodilla.
Porzingis sintió ese dolor minutos antes del inicio del cuarto juego contra Clippers, justo cuando calentaba en la pista con sus compañeros. Saltaron las alarmas y el club, viendo su historial médico, prefirió ser cauto y dejarle fuera del partido, teniendo que ver el mismo desde la banda.
El estado actual de Porzingis es exactamente el mismo que tenía Luka Doncic antes de jugarse el cuarto partido, juego que finalmente afrontó para hacer 43 puntos, 17 rebotes, 13 asistencias y el triple ganador sobre la bocina de la prórroga a pesar de los problemas que arrastraba en un tobillo.
Porzingis, de 25 años, es un jugador esencial en estos Mavs. En su primera temporada con el equipo texano ha promediado 20,4 puntos, 9,5 rebotes y 2 tapones en los 57 encuentros que jugó en temporada regular.
En los playoffs actuales ya lleva 3 partidos con medias de 23,7 puntos y 8,7 rebotes, además de con un 52,9% de acierto desde el triple.
El ex de la liga española de baloncesto ha ido a más. En el primer juego solo pudo meter 14 puntos al ser expulsado, en el segundo se fue a 23 y en el tercero explotó con 34 puntos y 13 rebotes.
Las precauciones de Dallas con su jugador son más que lógicas, ya que Porzingis se lesionó la otra rodilla, la izquierda, cuando jugaba en los Knicks, lo que le llevó a estar una temporada en blanco.
Durante la presente temporada, Porzingis ha tenido que lidiar con dolores recurrentes en la rodilla derecha, la misma que le obligó a ausentarse ayer del partido, lo que le hizo perderse algunos encuentros, aunque nunca llegó a tener un problema grave en dicha rodilla.