El universo tiene estas cosas. Los planes del destino son inescrutables y a veces generan situaciones paradójicas. Ha ocurrido hoy en el regreso oficial de la NBA a las canchas. El protagonista de la situación ha sido Rudy Gobert. Y por partida doble.
El jugador que provocó el cierre temporal de la NBA tras dar positivo por Covid-19 en marzo ha sido el jugador que ha inaugurado el marcador en la reapertura de la competición en la burbuja de Orlando.
Además, Gobert ha anotado los 2 tiros libres decisivos que han dado la victoria a los Jazz en su enfrentamiento contra los Pelicans, un partido inaugural que ha acabado 104-106.
Gobert, al que algunos señalaron en su día de un modo bastante injusto, ha tenido una pequeña compensación hoy al anotar el 0-2 en el Pelicans-Jazz, una canasta encestada bajo el aro en jugada de 2+1 que no ha acabado el 3 puntos al errar el francés el tiro adicional. Solo habían transcurrido 18 segundos.
Esos 18 segundos suponen una nimiedad si se comparan con la eternidad que ha supuesto para la NBA el parón competitivo de más de 4 meses obligado por la pandemia de Covid-19. Y esa pequeña compensación no ha sido nada al lado de la gran compensación que ha supuesto para el jugador ser el autor de los puntos del triunfo en los segundos finales.
En ese tiempo, el del parón competitivo, Gobert tuvo que lidiar con las críticas y con el desencuentro vivido en el seno de los Jazz con Donovan Mitchell, un desencuentro que sigue generando rumores de traspaso en torno a Gobert a pesar de que aparentemente quedó superado.
El All-Star francés, que recibió un golpe en el ojo en el tercer cuarto que no le apartó del partido, ha terminado con 14 puntos, 12 rebotes y 3 tapones, dándose la circunstancia de que ha sido una conexión Mitchell-Gobert la que ha llevado al francés a la línea de castigo para transformar los 2 tiros libres ganadores.