Anthony Bennett vuelve a estar sin equipo. Nada que no pudiera esperarse. El que fuera número 1 del draft en 2013 había llegado a Houston Rockets con un contrato no garantizado para luchar por un puesto en la plantilla, pero acabó lesionado.
Bennett tenía dañada la rodilla izquierda y tendrá que someterse a una artroscopia. Su baja en el equipo, avanzada por Shams Charania (The Athletic), estaba cantada.
El ala-pívot canadiense, exjugador universitario de UNLV, solo tiene 26 años y con esa edad ya es una ruina viviente tras una carrera profesional esperpéntica, la peor que se recuerda en un jugador elegido en la primera posición del draft.
En la NBA jugó 4 temporadas y militó en 4 equipos -Cleveland, Minnesota, Toronto y Brooklyn-, una anomalía del más alto grado para un cabeza de draft. Promedió 4,4 puntos y 3,1 rebotes con una media de 12,6 minutos y porcentajes del 39% en campo y el 26% en triples.
Además, Bennett ha militado varias temporadas en la G-League sin destacar y fue campeón de la Euroliga en 2017 con Fenerbahce siendo un jugador residual en la rotación del equipo.
El ex de la NBA estuvo solo 4 meses en el equipo turco y en sus 10 partidos en la Euroliga promedió 1,2 puntos.
Ahora le tocará operarse y recuperarse de su lesión. Tiene 26 años y un futuro nada halagüeño.