Los Raptors vieron que la presa estaba herida y no dudaron en acabar con ella a mordiscos. Toronto aprovechó la oportunidad que le brindaba una enfermería de Warriors repleta de pacientes, ganó en Oakland 109-123 y recuperó el factor cancha ante la mirada triste de un Klay Thompson que no pudo jugar.
Exuberante ofensiva de los Raptors, que ya alcanzaron los 100 puntos con más de 9 minutos por jugar, ofensiva basada en un quinteto inicial espectacular al que acompañaron dos suplentes de lujo llamados Serge Ibaka y Fred VanVleet.
Toronto pudo con la exhibición de Stephen Curry, que tuvo que multiplicarse para buscar un milagro que no llegó. Curry acabó el partido con 47 puntos, 8 rebotes, 7 asistencias y 6 triples, pero de nada sirvió, como no sirvió para alentar a las huestes californianas la interpretación del himno estadounidense por parte de Metallica con guitarras eléctricas en mano.
El equipo de Nick Nurse fue mucho equipo. Dominó de principio a fin ejerciendo baloncesto grupal. No fallaron sus dos guías, Kawhi Leonard y Kyle Lowry.
Leonard fabricó la venganza perfecta en su regreso al Oracle Arena, pabellón al que no volvía desde que en mayo de 2017 una lesión en una jugada con Zaza Pachulia cambiara su vida. En el regreso, excelente tercer cuarto para mantener a su equipo en la senda del triunfo y al final del encuentro 30 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias. Otro partido sensacional del alero en estos playoffs.
Lowry, mientras, funcionó a las mil maravillas tras su pobre segundo partido. El base aportó 23 tantos, 9 asistencias y 5 triples.
Además, 18 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias de Pascal Siakam, 18 tantos con 6 triples de un Danny Green que explotó en el tercer período y 17 puntos, 7 rebotes y 4 pases de canasta de Marc Gasol en 26 minutos en una buena actuación ofensiva que completó con una notable labor defensiva.
Serge Ibaka, intensísimo su último cuarto, puso 6 tapones en 22 minutos. Da igual que un par de ellos no tuvieran que haber sido contabilizados, lo importante es que su agresividad defensiva resultó decisiva en la recta final.
Y luego estuvo VanVleet, que con 105-115 anotó el triple que definió el partido, un triplazo impresionante que pareció adquirir un arco imposible para entrar cuando se agotaba la posesión visitante. Puso el 105-118 a 1:37 del final y lo aclaró todo. De hecho, Kerr retiró a sus titulares tras el triple.
Toronto dominó de principio a fin. Se puso 7-15 al poco de empezar, adquirió 12 puntos de ventaja en el primer cuarto y terminó ese primer acto ganando 29-36. con solo una perdida de balón. En ese primer acto, Curry hizo 17 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias en una exhibición suprema.
Luego, en el segundo período se puso Toronto con 14 de ventaja (38-52) para terminar 52-60 superando los gritos de "MVP, MVP..." dirigidos a Curry. No importó que Kawhi no anotara en este segundo cuarto, porque Lowry sostuvo al equipo. Toronto llegó al descanso con Lowry, Siakam y Gasol con 3 faltas cada uno, una amenaza importante de cara al segundo tiempo.
El tercer cuarto fue el cuarto de Leonard y de Danny Green. Fue este un cuarto trepidante, hermoso, espectacular, un cuarto en el que los equipos vivieron en el golpe por golpe, un intercambio pleno de jugadas espectaculares e intensidad desbordante. Raptors aguantó las acometidas deportivas de Warriors, llegó a tener una ventaja de 16 puntos y se fue del cuarto ganando 83-96.
El cuarto final fue el cuarto de Ibaka. Agresivo, intimidador, físico hasta decir basta, el hispano-congoleño aguantó a los suyos en toda la parte inicial del cuarto.
También fue trepidante este cuarto. Secuencia inmensa con tapones consecutivos de Jordan Bell y Danny Green, aparición nuevamente de Lowry, doble acción para 4 puntos de Kawhi y máxima ventaja de Toronto, nada menos que +17 a 5:41 del final.
Golden State tiró de orgullo para resistirse a la derrota, Marc Gasol volvió al juego a 3:41 del final para seguir engordando sus cifras, Curry siguió ejerciendo liderazgo peleando cada bola y VanVleet terminó definiendo el partido con un triplazo.
Toronto acabó con excelentes porcentajes de tiro, metió 17 triples, solo falló un libre, dio 30 asistencias y puso 10 tapones.
Warriors, mientras, se quedó en el 40% en el tiro. No sirvieron los 47 puntos de Curry, tampoco los 17 puntos de Draymond Green, que fue de menos a más, ni los buenos minutos de los suplentes Andrew Bogut y Quinn Cook. Esta vez, DeMarcus Cousins no pudo estar a la altura. Demasiados obstáculos para unos Warriors sin Klay Thompson, Kevin Durant y Kevon Looney. O la enfermería empieza a vaciarse o estos Warriors pueden ver cómo se les escapa el título.