Ricky Rubio será agente libre en el mes de julio, agente libre sin restricciones, lo que implicará que por primera vez en su carrera en la NBA podrá ser él el que elija su destino. Por eso, el jugador catalán sabe lo importante que es la decisión que tome.
"Ahora el futuro está en mis manos, puedo decidir cómo enfoco mi carrera y tomaré la decisión con mucha calma", ha asegurado el internacional español en una rueda de prensa organizada para presentar su campus.
Primero vino el draft, luego el contrato con Minnesota Timberwolves, más tarde la extensión de ese contrato con Wolves y finalmente el traspaso a los Jazz en el que nada pudo decir. Ahora llega su turno, y Ricky sabe lo trascendental de su decisión, ya que fijará un antes y un después en su carrera profesional en Estados Unidos.
"Es un año que será determinante", afirma el de El Masnou, que ha completado su segunda temporada con Utah Jazz accediendo por segunda vez con el equipo a los playoffs tras un par de cursos irregulares que han estado marcados por grandes momentos y otros más oscuros debido siempre a sus problemas musculares y a su falta de continuidad con el tiro exterior.
Rubio no descarta seguir en los Jazz: "Seguir en Utah es una opción muy real, pero no depende de mí". El jugador tiene una excepcional sintonía con su entrenador, Quin Snyder, pero sabe que se avecinan cambios en el equipo tras caer en la primera ronda con Houston.
Ricky primará el aspecto deportivo -elegir un entrenador y un equipo adecuado- que el económico -conseguir un gran contrato-. Su objetivo es jugar en un equipo con aspiraciones reales de playoffs y, si puede, con capacidad para luchar por el título.