Vivek Ranadive, propietario de los Kings, ha dejado vía libre a Vlade Divac al prolongar su contrato por 4 años, de modo que el exjugador serbio estará en los despachos de Sacramento hasta 2023. Y Divac ya ha empezado a tomar decisiones como presidente de Operaciones de Baloncesto y general manager de la franquicia.
El que ha de ser miembro del Hall of Fame ha echado a su ayudante Brandon Williams y horas después se ha cargado al entrenador del equipo, Dave Joerger, después de que Sacramento Kings sorprendiera a propios y a extraños logrando 39 victorias en el poderoso Oeste, su mejor marca desde la temporada 2005-2006.
El premio para el técnico por tan notable temporada ha sido el despido, algo que ya se barruntaba en el entorno del club, dadas las discrepancias existentes entre Divac y el entrenador por el escaso uso en la rotación de determinados jugadores jóvenes, especialmente el número 2 del pasado draft, Marvin Bagley III, al que Divac quería ver más minutos en la pista.
Lo cierto es que con más o menos minutos del novato, los Kings desplegaron un baloncesto atractivo, jugaron rápido, promediaron 114,2 puntos por encuentro y se encaramaron a una posición y un número de victorias que nadie podía augurar por su plantilla.
Horas antes del despido, Divac había alcanzado un acuerdo para seguir siendo el jefe deportivo del club en los despachos, un poder que le deja las manos libres para tomar decisiones como las que hoy ha tomado.
"Tras evaluar la temporada, determiné que necesitamos movernos en una dirección diferente para adquirir un nivel superior", ha dicho Divac para justificar el despido de Joerger, para justificar lo injustificable.