Jimmy Butler disfrutó a lo grande en su primer cara a cara con Minnesota. El ex de los Timberwolves vio como Sixers pasaba por encima de la que fuera su escuadra. Como una apisonadora. A lo bestia. ¡Victoria de Philadelphia por 42 puntos!
Los Sixers llevaban 83 puntos alcanzado el descanso. Parcial de 83-58. Esa anotación local es la segunda mayor en una primera parte esta temporada. Solo superada por los 92 de Warriors.
Los locales metieron 40 puntos en el primer cuarto. Y 43 en el segundo. En un partido con sabor a récord constante. Mejor marca de triples anotados en la historia de la franquicia (21). Y victoria por 149-107. Jamás Philadelphia había metido tantos puntos en el Wells Fargo Center.
Fue un paseo militar. Con Sixers mostrando todas sus armas. Un poderío letal. El equipo de Brett Brown sumó 40 asistencias. Metió el 60% de sus tiros de campo. Un 49% desde el triple (con esos 21 encestados). Y un 86% en libres. Así es casi imposible perder. Más aún cuando el rival no llega al 40% de acierto en el tiro.
Sixers tuvo a 7 jugadores en dobles dígitos anotadores. Joel Embiid lideró al equipo. Con 31 puntos y 13 rebotes. En 27 minutos de juego. Anotando 4 triples. Ben Simmons rozó el triple-doble. Jugando 26 minutos. Sus números: 20 tantos, 11 rebotes, 9 asistencias y 3 tapones. Y Butler logró 19 puntos ante su exequipo. Acertando 8 de sus 10 tiros de campo.
Los chicos de Brett Brown se lucieron desde el triple. Jugadores como Embiid, Butler, Jonah Bolden o Wilson Chandler disfrutaron en el perímetro.
Minnesota fue una auténtica ruina. Su máximo anotador fue Derrick Rose. Con 15 puntos en 22 minutos. Esta vez, Karl-Anthony Towns no estuvo a la altura. No pudo salvar a los suyos. Se marchó del choque con solo 13 puntos y 3 rebotes. Y sin su luz se apagaron los Wolves.