Lo que iba a ser una reunión para unificar criterios y buscar soluciones acabó en una auténtica trifulca entre compañeros. Así de espesa es la realidad de los Grizzlies en estos momentos tras encadenar 3 derrotas consecutivas y perder 10 de los 13 últimos partidos.
Memphis perdió 94-101 con Detroit para ponerse en marca negativa de 18-19. Hasta ahí todo normal. Lo extraño fue ver cómo transcurridos 30 minutos desde el final del partido nadie salía a dar explicaciones a los medios de comunicación.
El técnico de Memphis, J.B. Bickerstaff, explicó que el retraso se debió a que los jugadores habían mantenido una reunión en el vestuario, un encuentro que se hacía necesario para intentar mejorar el rendimiento colectivo.
También comparecieron ante los medios Marc Gasol y Mike Conley, que se fue del partido sin anotar un solo punto al arrastrar problemas físicos. Y Conley indicó que había sido un encuentro productivo entre compañeros. Pero la realidad iba más allá de esas palabras.
Shams Charania (The Athletic) revelaba que la reunión no fue tan productiva, que en ella hubo tensión y que esa tensión se disparó en el caso del titular Garrett Temple y el suplente Omri Casspi, que acabaron a golpes y tuvieron que ser separados por sus compañeros.
Ante el cariz de lo que había pasado, Marc Gasol reconoció al Memphis Commercial Appeal que podría cambiar su política de no criticar el comportamiento de algunos compañeros porque Memphis necesita ahora mismo un liderazgo dentro de la plantilla y él está dispuesto a ejercerlo.