Warriors ha jugado 4 Finales de la NBA seguidas y ha ganado 3 títulos. El equipo sigue en la cresta de la ola y ya ha entrado por méritos propios en la historia de la NBA, pero ahora llega el momento de tomar decisiones, decisiones que servirán para moldear su futuro.
Se trata de decisiones en el próximo draft (21 de junio) y, especialmente, en el mercado estival (la agencia libre se abre el 1 de julio). El club tendrá que encajar las piezas de un complicado rompecabezas en el que la espada de Damocles de los altos salarios y el pago de una gran cantidad de dinero por tasa de lujo estarán sobre la mesa. No será fácil cuadrarlo todo.
Lo primero es el draft. Golden State tiene la elección 28ª este año y ninguna en la segunda ronda, pero todo apunta a que volverá a intentar comprar un buen puesto en el draft, tal y como hiciera en 2016 (Patrick McCaw) y 2017 (Jordan Bell), ambas elecciones de segunda ronda. No le ha ido mal con esos movimientos.
Golden State tendrá que reforzar su segunda unidad, pero la situación no será fácil porque tendrá que bregar en el mercado con el hecho de que 7 de sus jugadores serán agentes libres.
La situación de Durant
La prioridad es Kevin Durant. Será agente libre en julio. El jugador ya ha dicho que quiere seguir en el equipo y el club quiere que permanezca en su organización. Pero esta vez el alero no cederá dinero como hizo en su anterior negociación.
Se abren diversos escenarios. Vamos con ellos de forma resumida y superficial.
El jugador podría firmar un contrato máximo de 158,3 millones de dólares por 4 años (35,3 millones en el primer año; 38,2 en el segundo; 41 en el tercero y 43,8 en el último). Si el acuerdo fuera de 3 temporadas, el máximo estaría en 114,5 millones de dólares (opción de jugador en el último curso). Pero también podría hacer como la última vez: un contrato de 2 años con opción de jugador en el segundo. Esas son las principales opciones que se barajan.
Otra cuestión, más adelante, serán las posibles extensiones de contrato de Klay Thompson (su contrato termina en 2019) y Draymond Green (acaba en 2020). Pero con eso no habrá que lidiar ahora.
Lo que parece evidente es que el club va a tener que soportar una carga salarial tremenda y que el dinero que va a tener que abonar por tasa de lujo va a ser cuantioso, y no olvidemos que ese dinero se reparte entre sus contrincantes.
Está claro que trabajo no le va a faltar al general manager del club, Bob Myers, y a su equipo. El pasado verano se consiguió casi la cuadratura del círculo. Veremos que pasa en este.