Houston Rockets llegó herido a Salt Lake City. Un animal salvaje herido puede reaccionar de un modo atroz. Y estos Rockets son un animal salvaje. Utah Jazz pagó los platos rotos. Tremenda reacción de los texanos. Primera parte: ¡40-70! No hubo partido.
La primera mitad de Houston resultó colosal. No hay palabras para definir tal superioridad en la cancha. Un dominio que empezó ya en el primer cuarto. ¡Houston llegó a ir ganando por 22 en ese primer cuarto! Acabó el primer acto 22-39. Los visitantes habían arrollado. Anotando el 61,5% de sus tiros de campo.
No le fue mejor a Utah en el segundo. Un parcial de 31-9 para Houston terminó por matar el partido. ¡30 puntos de ventaja al descanso! ¡Qué barbaridad!
La defensa visitante había anulado a los Jazz de arriba a abajo. El novato Donovan Mitchell se iba al descanso con 2 puntos. Tras errar 9 de sus 10 lanzamientos.
Eric Gordon ya le había dado 17 puntos a Houston. Chris Paul estaba en 12 con 5 rebotes y 5 asistencias. James Harden sumaba 10 tantos y 7 pases de canasta. Trevor Ariza había firmado otro gran trabajo defensivo. Había sido una gran hecatombe. Y todos los corderos devorados eran de Utah. Con Ricky Rubio impotente por no poder jugar de nuevo.
Sobró la segunda parte
La segunda parte del encuentro sobró por completo. Todo resultó ya muy relajado. Con los locales intentando maquillar el resultado. Con la afición de Jazz noqueada por lo que había visto en la primera parte.
Houston se abonó nuevamente en este partido a sus armas demoledoras. Una ofensiva imparable. Una defensa formidable. Aunque muchos no sean capaces de valorarla en su justa medida. Y un control de balón que creció mucho esta temporada. Anoche solo perdió 8 bolas.
Al final, un contundente 92-113. Para ponerse 2-1 en la serie. Y recuperar el factor cancha perdido.
Harden sumó 25 puntos y 12 asistencias. Gordon hizo también 25 en una gran noche. Paul acabó con 15 más 7 rebotes y 6 asistencias. Sin perder un solo balón. Y Ariza añadió 11 puntos en 28 minutos. Con brutal labor defensiva.
Royce O'Neale fue el máximo anotador local. Con 17 puntos. Esa circunstancia lo dice todo. Joe Ingles estuvo a años luz del Ingles del segundo partido. Donovan Mitchell tuvo una noche para olvidar. El juego interior local no existió. Para colmo se torció un tobillo Derrick Favors en el tercer cuarto... todo un catálogo de desgracias en una jornada negra para Utah.