EQUIPOS

Seis alegrías y seis decepciones de la temporada

Repaso de los equipos que sorprendieron para bien y para mal en la campaña

Ángel Mustienes |

James Harden y Mike D'Antoni han estado en la cresta de la ola
James Harden y Mike D'Antoni han estado en la cresta de la ola (Brian Rothmuller/Icon Sportswire)

Anoche terminó la temporada regular. Casi 6 meses de competición que han dado para mucho y que a su término nos dejan lecturas para todos los gustos. Nos ocupamos ahora aquí de los equipos que sorprendieron para bien y los que lo hicieron para mal en la fase regular.

SEIS ALEGRÍAS (sin orden)

TORONTO RAPTORS (59-23, 1º del Este).- Los Raptors eran carne segura de playoffs, pero pocos apostaban por que terminarían los primeros de su conferencia y, además, de forma holgada. Pues bien, eso han hecho. Temporadón del equipo canadiense dejando atrás a los dos favoritos a priori, Cavs y Celtics.

Los de Dwane Casey, infravalorado entrenador, merecen todo el crédito. DeMar DeRozan ha sido el líder y Kyle Lowry su escudero ideal, pero por encima de todo Toronto ha sido un equipo compacto con un sólido juego interior y con una de las mejores segundas unidades de la NBA. Sin hacer ruido han dominado el Este con una solidez a prueba de bomba.

PHILADELPHIA 76ERS (52-30, 3º del Este).- Por fin los Sixers. Un equipo cargado de talento que echa a andar, si no a volar. Porque su potencial es inmenso. Joel Embiid y Ben Simmons tuvieron la salud suficiente para liderar al equipo, que se  permitió el lujo de estar 68 partidos sin el número 1 del draft, Markelle Fultz.

Los Sixers han pasado de un 10-72 hace 2 años a lograr 52 victorias terminando la temporada con 16 triunfos consecutivos a pesar de no contar durante los últimos partidos con el tremendo Embiid. Las incorporaciones de Marco Belinelli y Ersan Ilyasova mediada la temporada han hecho mucho bien al equipo y pueden ser importantes, por su calidad y experiencia, de cara a los playoffs. J.J. Redick y Dario Saric han funcionado. El futuro es del equipo de Brett Brown y el presente empieza a serlo tras muchas temporadas de bochorno deportivo.

INDIANA PACERS (48-34, 5º del Este).- Pocos apostaban por que Indiana Pacers jugaría los playoffs. Se fue Paul George y el equipo ha jugado mejor sin su estrella porque ha sido más equipo. Gran parte de 'culpa' la tiene la disciplina militar impuesta por su entrenador, Nate McMillan.

Más allá del técnico, el equipo ha defendido de forma compacta y ha tenido un líder inequívoco en pista: Victor Oladipo. Indiana ha funcionado a pesar de los problemas físicos de Darren Collison y la decepcionante temporada de Myles Turner, un jugador al que le mata su irregularidad. Bojan Bogdanovic ha aportado en ataque y han resultado esenciales las contribuciones desde el banquillo de Domantas Sabonis y Lance Stephenson, recuperado para la causa en su vieja casa.

HOUSTON ROCKETS (65-17, 1º del Oeste).- Tremenda temporada de Houston Rockets. El mejor equipo de la NBA en la fase regular. Sin duda alguna. Mike D'Antoni ha añadido defensa a su programada ofensiva. El equipo que inició el 'small-ball' ha seguido con él. El equipo que abusaba del triple ha visto cómo su política de perímetro se ha extendido por la liga. Pero han llegado jugadores que han fortalecido la defensa y el resultado ha sido demoledor.

James Harden se postula para MVP, Chris Paul -con lesiones incluidas- ha sabido adaptarse al puesto de segundo y ha aportado al equipo defensa y control de balón, ha crecido el joven Clint Capela para auparse como gran referencia interior del equipo y muchos jugadores han aportado en la cancha, con especial mención para Eric Gordon, sin olvidar los papeles desempeñados por Gerald Green y Trevor Ariza. Han sido estos Rockets la referencia de la liga y han sido capaces de desbancar a unos Warriors que no han dado todo lo que se esperaba de ellos. No hay duda, 65 victorias son muchas victorias.

PORTLAND TRAIL BLAZERS (49-33, 3º del Oeste).- Terry Stotts y los suyos son ya un seguro de vida. Al principio de temporada siempre pasa lo mismo. Uno ve la plantilla de Portland y piensa que hay bastantes equipos mejores en el Oeste, pero éste es un caso en el que la suma colectiva da más que el valor de cada uno de los individuos que forman la plantilla. Se trata de un equipo formado, que está ya muy conjuntado y que conoce al dedillo los sistemas de su técnico.

Damian Lillard ha vuelto a ser una máquina de hacer baloncesto y Jusuf Nurkic ha aportado mucho, volviendo a ser C.J. McCollum el gran escudero de Lillard. Este equipo defiende y resulta muy competitivo, aunque en la parte final de la temporada se le ha visto un poco desinflado, lo que le ha hecho sufrir para mantener la tercera plaza del Oeste.

UTAH JAZZ (48-34, 5º del Oeste).- Lo de Utah Jazz ha sido increíble. Nadie daba nada por un equipo que había perdido el pasado verano a Gordon Hayward y George Hill. Varias de sus incorporaciones se pusieron en duda, pero el trabajo de Quin Snyder y sus chicos ha sido sorprendente, con una segunda parte de la temporada extraordinaria que casi lleva al equipo a la tercera posición del Oeste defendiendo y atacando. Utah lo ha hecho mejor que la pasada campaña. Mucho mejor.

Ha sido un hallazgo feliz ver funcionar en profesionales a Donovan Mitchell al nivel que lo ha hecho. Es firme candidato a Novato del Año como Snyder lo es para Entrenador del Año y Rudy Gobert para Defensor del Año. Joe Ingles ha jugado a gran nivel ejerciendo de base sin jugar de base, Jae Crowder ha sido más feliz que en Salt Lake City que en Cleveland y la incorporación de Ricky Rubio ha resultado providencial. Sus mejores meses -febrero, marzo y abril- han coincidido con la explosión de su equipo. Sí, aunque nadie lo pueda creer: ¡Utah ha quedado por delante de Minnesota! Ver para creer.

SEIS DECEPCIONES (Sin orden)

CLEVELAND CAVALIERS (50-32, 4º del Este).- Sufrir 32 derrotas es un desastre para Cleveland y quedar 4º en el Este aún lo es más. El equipo vivió momentos caóticos en la temporada y sufrió una ristra de derrotas humillantes por la forma y las cifras. Su defensa resultó, por momentos, un fracaso sin paliativos y el equipo podría haber quedado fuera de playoffs si no hubiera sido por la temporada magistral de LeBron James, un auténtico coloso.

El equipo tuvo que desprenderse en febrero de media plantilla, ¡incluyendo jugadores como Isaiah Thomas, Dwyane Wade o Derrick Rose!, reconocimiento de un fracaso en los despachos en julio, y se las prometía muy felices con las nuevas incorporaciones, aunque no han sido, ni mucho menos, la panacea que algunos esperaban.

Kevin Love ha tenido sus momentos altos y bajos, ha sufrido bastantes críticas -más de una vez injustas- y ha estado lesionado, pero las verdaderas críticas tenían que haber recaído en un entrenador, Tyronn Lue, incapaz de imponerse a los jugadores, incapaz de soportar la presión (tuvo que estar de baja) e incapaz de ofrecer soluciones en plena crisis. Tristan Thompson y J.R. Smith fueron sombras en la pista y de la decepcionante temporada se libran los buenos desempeños de Jeff Green y José Manuel Calderón, que ha estado por encima de las expectativas iniciales sorprendiendo a muchos.

WASHINGTON WIZARDS (43-39, 8º del Este).- Los Wizards se han estancado. Tenían plantilla y experiencia de juego conjunta para quedar entre los 4 primeros del Este y se han clasificado en 8ª posición tras una discreta temporada en la que sufrieron el contratiempo de estar 2 meses sin John Wall. El base ha vuelto a ser el líder, pero se ha extendido la impresión de que le faltan cualidades para liderar de verdad al equipo fuera de la cancha. No parece que la química sea el gran fuerte de este vestuario.

Además, los números de Wall han decrecido y el que ha dado un gran paso adelante de verdad ha sido Bradley Beal, autor de una gran temporada. Beal, el crecimiento de Otto Porter Jr. o la mejora de Tomas Satoransky son algunos de los pocos elementos positivos de una temporada en la que el equipo no ha dado de sí lo que se esperaba. Veremos qué pueden hacer estos Wizards en primera ronda de playoffs ante los Raptors.

CHARLOTTE HORNETS (36-46, 10º del Este).- Muchos especialistas veían a los Hornets en los playoffs, y razones para ello no faltaban, pero lo cierto es que su campaña ha resultado frustrante. No solo porque no han accedido a la postemporada, sino porque ni siquiera han estado cerca de ella. Su gran estrella, el 2 veces All-Star Kemba Walker, ha estado bien, pero irregular. No ha dado un paso adelante en su trayectoria NBA y ha terminado la temporada con un mes de abril realmente malo. Dwight Howard ha completado un buen curso, mejor de lo esperado, y Frank Kaminsky y Jeremy Lamb han funcionado más que razonablemente.

Por el contrario, ni Nicolas Batum ha sido el mejor Nicolas Batum, ni Marvin Williams ha hecho gran cosa. Por no hablar de las lesiones de Cody Zeller o de otra temporada penosa de esa eterna promesa truncada llamada Michael Kidd-Gilchrist. Por si fuera poco, el entrenador, Steve Clifford, ha tenido problemas de salud. Michael Jordan no se puede ir contento del curso finalizado.

SAN ANTONIO SPURS (47-35, 7º del Oeste).- Uno no sabe muy bien qué decir de los Spurs. Por una parte, se han clasificado para los playoffs, ¡y ya van 21 años seguidos! Y no deja de tener mérito vista la cantidad de obstáculos que ha tenido que salvar el equipo. El principal ha sido contar solo en 9 partidos con su gran estrella, Kawhi Leonard, y hacerlo además con minutos limitados. Pero, por otra, San Antonio no ha estado a la altura.

Si Spurs está en la postemporada se debe a la buena defensa realizada por el equipo -aunque han tenido fases en las que su defensa se ha venido abajo- y por el rendimiento espectacular de LaMarcus Aldridge. Gregg Popovich ha apostado por los jóvenes y la apuesta le ha salido a medias, pero lo peor ha sido ver cómo el gran profesor ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos y se ha visto obligado a comerse una parte de su ideario baloncestístico.

Ha habido un abismo entre Aldridge y el resto. Positivo el final de temporada de Rudy Gay y momentos puntuales de Pau Gasol, que ha tenido una temporada agridulce en la que ha ido perdiendo peso en la rotación, y especialmente Manu Ginóbili. También positiva la defensa de Dejounte Murray y Kyle Anderson, así como el tiro de Bryn Forbes, pero el equipo colectivamente no ha funcionado demasiado bien, en parte debido a los muchos partidos que se han perdido algunos hombres clave. Lo peor de todo es que tendrá que enfrentarse en primera ronda a Golden State Warriors.

MINNESOTA TIMBERWOLVES (47-35, 8º del Oeste).- Se las prometían muy felices. Habían hecho borrón y cuenta nueva tras estar 14 años sin playoffs y al final han cosechado un éxito tan solo parcial. Sí, jugarán los playoffs, pero clasificándose a regañadientes (¡ganando una prórroga en el último día!) y para enfrentarse nada menos que a Houston Rockets.

Penalizó mucho al equipo la baja de un jugador crucial como Jimmy Butler, que se perdió muchos partidos, un Butler que se acopló bien al liderazgo de la escuadra. Pero también penalizó a Minnesota el paso atrás dado por Andrew Wiggins y la escasa aportación de su segunda unidad. El equipo se reforzó mucho en el verano y parecía que iba a ser una potencia en el Oeste. Pues bien, no lo ha sido. Y no lo ha sido a pesar del temporadón de Karl-Anthony Towns, que se ha mostrado brutal en la cancha y que ha salvado de la eliminación a su equipo haciendo partidos memorables para guiar a los Wolves cuando estuvo ausente Butler, al igual que dio un paso al frente, dentro de sus posibilidades, Nemanja Bjelica cuando ejerció de titular.

Este equipo de Tom Thibodeau tiene mimbres para crecer y ser grande, pero en su primer año ha decepcionado a pesar de romper su horrible racha de 14 años sin llegar a los playoffs.

MEMPHIS GRIZZLIES (22-60, 15º del Oeste).- Memphis se deshizo el pasado verano de 3 jugadores que representaban mucho en la cancha y en el vestuario: Zach Randolph, Vince Carter y Tony Allen. Si a eso le sumamos la baja de larguísima duración de Mike Conley (solo ha jugado 12 partidos), el desastre parecía seguro. Todos daban a Grizzlies fuera de los playoffs, pero no ganando solo 22 partidos.

Todo ha ido de mal en peor. David Fizdale destituido en plenas desavenencias con Marc Gasol, que ha tenido una temporada frustrante que le puede llevar a desaparecer de Memphis. Tyreke Evans jugó muy bien, pero se perdió 30 partidos, JaMychal Green también estuvo muchos encuentros fuera por lesiones, lo de Chandler Parsons es una ruina deportiva y económica... y todo ello con los propietarios dilucidando durante la campaña quién se quedaba con la franquicia.

Lo mejor, además del juego de Evans en la primera parte de la temporada, la buena impresión del joven Dillon Brooks y la llegada a última hora a un gran nivel de MarShon Brooks. Ahora, a los Grizzlies solo les queda aguardar con esperanza la Lotería del Draft sabiendo ya que Robert Pera mantiene el control de la franquicia.