Golpe de mano de Golden State Warriors en la Conferencia Oeste al ganar en el Toyota Center a su más encarnizado rival, Houston Rockets, en un partido que echó de menos a los ausentes James Harden y Kevin Durant, pero que deparó espectáculo del bueno.
Dos equipos ofensivos con sus estrellas a un gran nivel, un partido equilibrado hasta que Warriors marcó el hecho diferencial a partir de la defensa. Eso y más fue el Rockets-Warriors, el gran partido de una noche NBA con solo 2 encuentros.
El 37-33 del primer cuarto abría las puertas a la locura y el 63-62 del descanso certificaba la extrema igualdad que se estaba dando en la cancha, una igualdad que se mantuvo en el tercer cuarto y que solo se pudo romper en el acto final, concluyendo 114-124 a favor de los californianos.
Warriors volvió a mostrar un ataque demoledor: 55% en el tiro de campo, 42% desde el triple y 35 asistencias. Su poder asociativo anda intacto y el equipo ya suma 9 victorias consecutivas como visitante extendiendo su marca a 31-8 frente al 27-10 de unos Rockets que pierden comba.
Golden State dispuso de un big three sobresaliente en ausencia de Durant. Stephen Curry, excelente desde que volvió de su lesión, sumó 29 puntos y 9 rebotes, Klay Thompson añadió 28 con 6 triples y Draymond Green firmó su 2º triple-doble del curso y el 21º de su carrera, lo que le sitúa en el primer puesto histórico de su franquicia. Acabó con 17 puntos, 14 rebotes y 10 asistencias.
Además, y este fue también un hecho diferencial, la suplencia visitante resultó mucho más equilibrada y compacta que la local, con David West, Kevon Looney y Nick Young aportando. Andre Iguodala fue titular en lugar de Durant y lo hizo bastante bien.
Otra vez Gerald Green
Houston abusó, como siempre, del triple. Lanzó 40 tiros de 2 y 50 triples. Anotó 17. En ese marco, brillaron sus hombres exteriores. Especialmente, el trío formado por Eric Gordon, Gerald Green y Chris Paul.
Gordon sumó 30 puntos, 7 asistencias y 3 robos y Paul se fue a 28 tantos, 9 asistencias, 7 rebotes y 5 triples, pero nuevamente el gran espectáculo lo dio Gerald Green, que venía de hacer un partido de 27 puntos y 7 triples. Pues bien, anoche más: ¡29 puntos y 8 triples! Además, doble-doble de Clint Capela.
El equipo solo perdió 9 balones, algo poco habitual en Houston, pero fue incapaz en defensa de parar la atronadora ofensiva de los Warriors.
No fue el día del hispano Trevor Ariza. Hizo 3 puntos en 35 minutos con una serie de 1 de 8 en el tiro, todos ejecutados desde el triple.