La estancia de Ryan Kelly en Houston Rockets ha resultado efímera, tal y como cabía esperar. Concretamente, ha durado 9 días. El jugador llegó a Houston el mismo día que el equipo consiguió a Chris Paul. Rockets contrató en aquella jornada a 5 jugadores, aunque solo utilizó a 2 de ellos en el traspaso del base.
Kelly no fue usado en esa operación y se quedó provisionalmente en el equipo. Pero tenía los días contados. Su contrato de la próxima temporada ascendía a casi 1,6 millones de dólares, pero no estaba garantizado, de modo que los texanos le han cortado hoy para evitar que la garantía del contrato llegara.
El ex de Lakers y Hawks, formado en Duke, no tuvo una temporada brillante en Atlanta el pasado curso, ni mucho menos. Jugó 16 partidos y promedió 1,6 puntos y 1,1 rebotes con un penoso 28,6% en el tiro de campo.
Ahora, el ex de la universidad de Duke tendrá que buscar equipo en el mercado.