Nikola Mirotic es el más palmario ejemplo de la deriva organizativa en la que navegan los Bulls. Hace días estaba desahuciado. Ni siquiera era convocado por su entrenador, Fred Hoiberg. Poco después, ya jugaba bastantes minutos como suplente. Y anoche ejerció como titular.
La titularidad no le sentó bien al hispano-montenegrino. Apenas sumó 5 puntos en 17 minutos de acción. Pero sí le sentó estupendamente a su equipo. Porque la suplencia fue un severo acicate para que Bobby Portis despertara. Portis fue esencial en el triunfo al hacer 22 puntos. Es su mejor marca NBA. En un equipo liderado por Jimmy Butler. El alero se fue a 23 tantos y 7 asistencias.
Más allá de estos 2 jugadores, hubo poco en la ofensiva de Bulls. Destacar, si acaso, el primer doble-doble en la carrera NBA del novato Denzel Valentine.
Chicago empezó mal. Pero fue encontrando su sitio. Defendiendo. Porque por fin el equipo defendió. Lo hizo de forma constante. Lo más importante, eso sí, es que Chicago supo terminar. Despertó su ofensiva en el último cuarto para ofrecerse como equipo resolutivo. Y ganar a Utah 95-86. Es la segunda victoria de Chicago en 9 partidos.
Utah anduvo flojo. Sin punch. Con Gordon Hayward en versión gris. Solo George Hill (18 puntos) y Rudy Gobert funcionaron. El francés firmó 13 puntos, 13 rebotes y 5 tapones. No fue una noche alegre para los Jazz.