Minnesota resistió hasta el último cuarto, pero terminó ahogándose cuando la defensa de Cleveland llevó su desafío al extremo. Y en un partido ofensivo, cuyo resultado tras 3 cuartos era 93-93, los de Ohio resolvieron con un parcial final de 15-23.
Channing Frye ejerció del ausente Kevin Love con una titularidad volcada en 21 puntos, 10 rebotes y 4 triples, Kyrie Irving fue de menos a más para acabar con 25 puntos, aunque lanzando en demasía, Tristan Thompson logró un doble-doble, Derrick Williams volvió a demostrar que puede ser muy útil a su nuevo equipo... pero por encima de todos estuvo LeBron James, siempre LeBron.
James ha alcanzado una suerte de privilegio consistente en lograr la máxima eficiencia con un juego sobrio que lanza destellos estelares cuando el jugador lo desea. Anoche, esos destellos estelares llegaron en la recta final del segundo cuarto, con dominio del juego y mates espectaculares, y en la determinación del encuentro, que llegó en la recta final. Controla los tiempos como nadie.
LeBron acabó rozando el triple-doble en otro partido generoso: 25 puntos (solo hizo 1 en el primer cuarto), 14 asistencias y 8 rebotes con 10 de 14 en el tiro de campo.
Wiggins, Towns y Rubio
Tom Thibodeau lo tiene claro. Su quinteto inicial está más que definido y se come gran parte de los minutos del partido. Anoche, no varió esa fórmula.
El equipo hizo un gran primer cuarto, flaqueó mucho en defensa en el segundo encajando 43 puntos y recuperó el pulso tras la reanudación quedándose por el camino en la recta final del partido.
Espectacular Andrew Wiggins con 41 puntos y 4 triples. Karl-Anthony Towns sumó 26 puntos y 8 rebotes y Ricky Rubio se fue a 5 puntos, 8 rebotes y 16 asistencias en 39 minutos. Además, doble-doble de Gorgui Dieng. Todo insuficiente para salvar el dominio de la pista de LeBron James.