No se apagan los ecos del conflicto entre el propietario de los Knicks, James Dolan, y el exjugador del equipo neoyorquino Charles Oakley, un conflicto que alcanzó su cénit con la detención del legendario jugador en en Madison Square Garden cuando asistía al Knicks-Clippers.
Las imágenes de Oakley siendo detenido en el Madison han dado la vuelta al mundo. Y tras ellas han llegado las reacciones, casi todas a favor del que fuera jugador.
Ataques furibundos a James Dolan (especialmente duro un escrito del periodista Adrian Wojnarowski), críticas sin cuartel de los jugadores en activo e incomprensión generalizada hacia el propietario de los Knicks por su decisión de no dejar entrar nunca más a Oakley en el Madison y por llamar alcohólico al que fuera integrante distinguido de New York Knicks.
Una reacción que ha tenido mucho eco ha sido la del cineasta Spike Lee, que es un incansable aficionado de los Knicks desde hace décadas. Lee es a los Knicks lo que Jack Nicholson es a los Lakers. Por eso importa tanto su opinión.
Pues bien, ayer domingo el director de cine apareció en su silla a pie de pista del Madison vistiendo una camiseta de Charles Oakley. Se jugaba el Knicks-Spurs y a su finalización el cineasta se despachó contra Dolan sin miramientos: "¿Cómo se puede decir que alguien es alcohólico? En mi opinión, no se puede".
La afirmación de que Oakley pudiera ser alcohólico llama aún más la atención al proceder de Dolan, ya que fueron bien conocidos sus problemas con el alcohol y las drogas en el pasado.