La bahía está de luto. Anoche, cuando Golden State Warriors y Phoenix Suns saltaron a la cancha y guardaron un minuto de silencio por las víctimas mortales del incendio ocurrido en un local de Oakland solo se contabilizaban 9. Pero las autoridades ya habían anunciado que serían muchas más. Ya son al menos 30.
La estructura de madera del “Oakland Ghost Ship”, un espacio usado por artistas y músicos locales, se hundió por culpa de las llamas durante un concierto de música electrónica en la madrugada del viernes al sábado. Y la solidaridad de los equipos de Oakland no se ha hecho esperar ante la peor tragedia vivida en la ciudad.
Al igual que los Athletics de béisbol y los Raiders de fútbol americano, los Warriors anunciaron, nada más conocerse la noticia del pavoroso incendio, que ayudarían económicamente a las víctimas.
“Cuando una tragedia de esta magnitud golpea tan cerca de casa, sentimos que es imperativo poner nuestro granito de arena para ayudar a la comunidad y a los afectados”. Fueron las palabras de Rick Welts, presidente de los Warriors, para dar a conocer la donación de 50.000 dólares que el equipo de la NBA hará a The Unity Council, una organización sin ánimo de lucro que trabaja con familias de pocos recursos en el barrio de Fruitvale, donde ocurrió el suceso.
Además, anunció que los fondos de una de las rifas que se efectúan habitualmente dentro del Oracle Arena tendrían el mismo destino.
Sin duda, las palabras del técnico de Golden State, Steve Kerr, poco antes del partido con los Suns definían a la perfección el estado del público: “Estamos todos devastados”.