Phil Jackson empieza a mover fichas en Nueva York y lo hace a lo grande, con un traspaso que involucra a 6 jugadores y que convertirá al extremeño José Manuel Calderón en jugador de los Knicks. Tyson Chandler y Raymond Felton son los dos jugadores que irán a Dallas.
Además de Calderón, los Mavs envían a la Gran Manzana a Samuel Dalembert, cuyo contrato no está garantizado, Shane Larkin y Wayne Ellington además de sus elecciones 34 y 51 en el próximo draft.
Se espera que este sea sólo el primer movimientos del profundo cambio que Jackson quiere hacer en los Knicks para liberar espacio salarial y hacer un equipo que pueda ejecutar su famoso triángulo como filosofía ofensiva.
Lo que logra cada uno
El deseo de los Mavs por recuperar a un Chandler del que se desprendieron tras lograr el título de campeones era conocido y finalmente parecen haberlo logrado. A cambio se desprenden de un Dalembert que no estaba claro que fuera a entrar en sus planes y de un Calderón que ha estado un tanto desaprovechado en Dallas al tener que jugar al lado de un hombre que abosorbe tanto balón como Monta Ellis.
Los Knicks consiguen desprenderse de Felton, al que estaban buscando salida, y de un Chandler que, pese a su calidad, ha pasado por demasiados problemas físicos. Con Calderón, obtienen a un base pasador que puede encajar muy bien en una ofensiva como la que quiere imponer Jackson a través del nuevo entrenador, Derek Fisher, que exige fluidez y movimiento de balón, y un contrato no garantizado, el de Dalembert, que puede ayudarles a liberar espacio salarial.
Además, suman a un joven base por desarrollar como Shane Larkin y a Wayne Ellington, que puede ayudar en el tiro exterior, y junto a ellos, dos elecciones de draft de segunda ronda, es decir, sin compromiso salarial y que está por ver cómo piensan utilizar.
Lo que no está claro es si los cambios serán del gusto de Carmelo Anthony, pero es que, a estas alturas, tampoco está claro si Anthony forma parte de los planes de futuro de Jackson o no.