Otra exhibición de Minnesota Timberwolves en un primer cuarto en una cancha con solera. Si hace unos días los Wolves le metían 40 puntos en el primer cuarto a los Knicks en el Madison Square Garden, hoy le han hecho 47 a los Lakers en el Staples Center.
Esa exhibición del primer cuarto, con clinic de tiro de Kevin Love y Kevin Martin y magistral dirección de Ricky Rubio, ha roto el partido para siempre. Minnesota ha dominado, ha llegado a ganar por 29 puntos y ha terminado haciéndolo por 23 al ritmo frenético de un Ricky Rubio que ha firmado el segundo triple-doble de su carrera al finalizar con 12 puntos, 14 asistencias y 10 rebotes, a los que ha sumado 5 robos de balón y buenos porcentajes.
Minnesota llevaba 22 partidos perdidos consecutivos con Lakers, a los que no ganaba en ningún sitio desde 2007 y en Los Ángeles desde 2005.
En Lakers, desastre total. Solo Steve Blake dio motivos para la felicidad en el tercer cuarto. Pau Gasol fue de más a menos una vez más y Steve Nash dejó el partido por problemas de espalda.
Poco antes, OKC ganaba en la prórroga a Washington Wizards tras remontar el resultado en los minutos finales y forzar la prórroga. En ambos finales, decisiva la contribución de Kevin Durant y excelente el papel durante todo el partido y muy especialmente al final de Serge Ibaka. Expulsiones de Russell Westbrook y Nene y los Wizards que tuvieron sendos tiros para ganar en el cuarto cuarto y la prórroga.
L.A. Lakers 90 Minnesota 113
El primer cuarto del Lakers-Timberwolves ha sido una auténtica locura. Y es que tras empezar igualado, Minnesota ha endosado un parcial de 9-35 para ponerse con 28 de ventaja sin que ni siquiera hubiera terminado el cuarto (19-47). Al final de los primeros 12 minutos un parcial de 23-47 con una anotación que constituye un récord de puntos anotados en un período para la franquicia de los Wolves.
En esa locura, clinic intenso de tiro de Kevin Love y Kevin Martin, de los que dejan huella. ¡Love hizo 18 puntos, 8 rebotes y 4 triples en el primer cuarto para una valoración de 26 en 12 minutos!. Pero es que Kevin Martin se fue a 16 tantos con un 7 de 8 en el tiro de campo. Mientras, Ricky Rubio dirigía a la perfección y alcanzaba los 15 de eficiencia al llevar ya al final de ese primer cuarto 5 puntos, 7 asistencias y 3 robos de balón. La situación era esperpéntica para los locales, que habían sido triturados por una máquina de correr y tirar de lejos.
A partir de ahí ya no hubo partido y lo más que pudo hacer el equipo local es honrar su camiseta e intentar perder con dignidad, toda vez que esos 28 puntos que llegó a tener de ventaja Minnesota en el primer cuarto auguraban lo peor.
A pesar de la ventaja, Rick Adelman tiró casi siempre de sus titulares, a los que quitó prácticamente en los últimos minutos de partido. Para el técnico visitante no hubo minutos de basura, pero para la afición local sí, y fueron muchos y sufridos.
Al descanso se llegó con un claro 48-67 con Love en 20 puntos y 11 rebotes tras alcanzar el doble doble a los 15 minutos de juego. Por entonces, Martin ya sumaba 19 y Ricky Rubio iba en progresión de intentar un cuádruple doble, incluidas 9 asistencias en el intermedio.
El tercer cuarto sirvió para saber que Nash no volvería a pista tras jugar sólo 13 minutos. Tenía mal la espalda. También sirvió para sentir el orgullo de Steve Blake, cuyo acierto ofensivo permitó a los locales reducir al desventaja desde 29 puntos a 14 al final del tercer cuarto. Pero todo era para nada. Porque Minnesota controlaba sin despeinarse. Y ya en la recta final, los árbitros consultaron el vídeo para dirimir un balón que se fue fuera con 88-111 en el marcador. Insólito.
Finalizó el choque con triunfo rotundo de unos Timberwolves que se ponen 5-2 por el 3-5 de los Lakers. Ricky Rubio firmaba el segundo triple-doble de su carrera. Hizo 12 puntos, 10 rebotes, 14 asistencias, 5 robos y buenos porcentajes, incluyendo un 2 de 2 desde el triple. Fueron 38 minutos de vértigo y acierto del catalán. Kevin Martin hizo 27 puntos, Kevin Love, 23 con 13 rebotes, Corey Brewer sumó 17 tantos y Nikola Pekovic se fue a 14 y 10 rebotes. Además, 9 tantos, 3 rebotes y 3 pases de canasta de J.J. Barea en 19 minutos.
Los Lakers, mientras, rotos. Blake fue el más digno con 19 puntos, 8 asistencias y 5 de 7 triples. Además, 16 puntos de Jodie Meeks y mejora de Pau Gasol, pero sin grandes hazañas: 11 puntos, 11 rebotes, 4 tapones y 4 asistencias.
Oklahoma City 106 Washington 105 (tras prórroga)
Vaya partido que se dejó escapar Washington. El equipo capitalino ganaba por 10 puntos (82-92) a 3 minutos del final del encuentro y, sin embargo, no supo cerrarlo. Llegó entonces un parcial de 9-0 para equilibrar la situación y fue Kevin Durant el que fue capaz de igualar a 96 con un triple frontal a 13 segundos del final. En este momento decisivo, Serge Ibaka anotó 6 puntos para ser crucial y el local Bradley Beal, que hizo un partidazo, erró el tiro ganador, no pudiendo evitar la prórroga.
En el tiempo extra cobró importancia Reggie Jackson, pero otra vez el jugador decisivo fue Kevin Durant al taponar a Trevor Ariza, salir al contraataque, provocar la falta del hispano y anotar los 2 libres a la postre decisivos: 106-105 con 40 segundos por jugar. Pero otra vez, el partido estuvo en manos visitantes. En esta ocasión, John Wall no supo anotar una bandeja sobre la bocina. Y la afición local respiró por fin tras muchas incertidumbres.
OKC se coloca con un gran 5-1 tras un partido bello, emocionante y tenso que nos dejó en el cuarto cuarto la doble espulsión de Westbrook y Nene. El primero tras hacer un mal partido; el segundo tras aportar 14 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias a los suyos.
La gran estrella fue Kevin Durant, decisivo y arrollador con 33 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias, pero la gran noticia para Thunder fue el partido de Serge Ibaka, autor de 25 puntos tras asumir por fin protagonismo en ataque. El internacional español capturó 12 rebotes y puso 3 tapones.
En los Wizards, enorme partido del joven Bradley Beal con 34 puntos y 6 triples de 8 intentos. Además, 15 puntos y 5 rebotes de Trevor Ariza y buenos números hasta su expulsión de Nene. Al final, los de Washington se tuvieron que arrepentir de los muchos tiros libres fallados, de su inferioridad reboteadora y de su incapacidad para cerrar el partido, pero ofrecieron una muy buena imagen.