Los Nuggets están contra las cuerdas. La ausencia de David Lee parece haber dado alas a unos Warriors que tienen a Stephen Curry en estado de gracia. Mientras, Boston evitó caer eliminado por 4-0 al ganar en la prórroga a New York con Jason Terry como inesperado héroe.
Terry anotó los últimos 9 puntos de su equipo en una prórroga extraordinaria y colocó el 3-1 en la serie que enfrenta a Boston con el equipo neoyorquino, que no pudo contar con el sancionado J.R.Smith.
En cuanto a Golden State, se pone 3-1 y deja a Denver a los pies de los caballos. Tremendo el modo en el que Curry fulminó a los de Colorado en la recta final del tercer cuarto al anotar 19 puntos en los 4 minutos y medio finales del período.
Golden State 115 Denver 101 (3-1)
Denver Nuggets queda en una situación más que delicada. Comenzó la serie con el factor cancha a favor, ganando el primer partido 'in extremis' y viendo cómo su rival perdía a unos de sus hombres fundamentales, David Lee. Todo se presentaba perfecto para pasar sin problemas esta primera ronda. Sin embargo, unos días después todo se ha complicado. Y es que la teoría y la práctica nada tienen que ver muchas veces.
De los dichos a los hechos hay mucho trecho. Algo así está ocurriendo en esta eliminatoria. Porque Warriors han encadenado 3 victorias seguidas sin David Lee en cancha. Stephen Curry ha elevado aún más su espectacular juego en unos playoffs que afronta como debutante y Jarrett Jack ha asumido con total naturalidad una titularidad que le queda como anillo al dedo.
Lo de Curry, esta noche, ha sido deslumbrante. Su tercer cuarto, para enmarcar. Para verlo en vídeo una y otra vez. ¡Qué manera de destrozar al rival!. El ex de Davidson metió 22 de sus 31 puntos en el decisivo tercer cuarto, un cuarto en el que encestó 5 triples. Pero eso no fue lo más impresionante, aún siéndolo mucho. ¡Es que Curry anotó 19 puntos en los 4:30 finales del cuarto!. Nada pudo hacer en esos momentos el veterano Andre Miller para frenar la explosividad del joven Curry, desterrada de la cabeza de éste cualquier relación mental con sus tobillos maltrechos. Tras tamaña exhibición de juego, Golden State acabó el cuarto con un comodísimo 91-72 y Denver lo hizo con la mirada enfocada al suelo.
Los locales se lucieron ante un Oracle Arena entregado. Metieron el 55,7% de sus tiros, seleccionaron bien sus triples y se colocaron a rebufo de un Curry magistral, que acabó con 31 puntos, 7 asistencias, 4 robos y 6 triples. Jarrett Jack hizo 21 puntos, 9 asistencias y un 8 de 9 en el tiro de campo y Carl Landry aportó 17 tantos en sólo 18 minutos de juego. Además, sigue el crecimiento del novato Draymond Green y Andrew Bogut anduvo más anotador al aprovechar algunos emparejamientos con Wilson Chandler, un jugador considerablemente más bajo.
Mientras, Denver no encuentra el punto a su rival. El equipo de George Karl defendió mal en este cuarto envite, anduvo poco certero desde el triple y se desangró perdiendo balones. Hasta 23 pérdidas sufrió el equipo, 23 pérdidas que dieron lugar a 33 puntos del rival. Un mundo de facilidades.
Ty Lawson (26 puntos) y Andre Iguodala (19 con 8 rebotes) fueron los mejores del equipo, pero extraviaron entre ambos 12 posesiones. Kenneth Faried peleó bien el rebote... y poco más. Desde luego, Denver tiene un problema muy serio: está al borde de la eliminación. Una eliminación que, vistas las circunstancias, resultaría más que inesperada.
Boston 97 New York 90 (tras prórroga) (1-3)
Ni siquiera sin J.R.Smith en cancha y ganando al descanso por 19 puntos, los Celtics pudieron respirar tranquilos. Tras el 54-35 en el intermedio, se adivinaba una especie de relajación temporal de los Knicks que iba a propiciar un sencillo triunfo de Boston, pero no fue así. Porque los Celtics tuvieron que apurar una prórroga para evitar caer eliminados por un brusco 4-0. Salvaron los muebles de milagro.
Lo hicieron gracias a la irrupción inesperada del veterano Jason Terry. Terry ha ofrecido un rendimiento muy pobre esta campaña, pero este domingo, al menos, ofreció su cara más amable.
El partido llegó empatado a 84 a falta de 1 minuto para el final, 60 segundos en los que nadie anotó y en los que los 2 'killers' de ambos equipos, Carmelo Anthony y Paul Pierce, no fueron capaces de resolver. Entonces, llegó el tiempo extra y el que resolvió fue Jason Terry anotando los últimos 9 puntos de su equipo para cerrar el primer triunfo de Celtics en la eliminatoria y evitar el descalabro.
Terry puso así fin a los males de Boston, aunque sea de una forma parcial. Males que se resumen en uno: su paupérrimo ataque cuando Knicks defiende. Ayer, más de lo mismo. Celtics anotó 54 puntos en la primera parte y sólo 30 en la segunda. A ese frenazo ofensivo se sumó el desastre en tableros del equipo. Un desastre en el rebote del que sólo se salvó Kevin Garnett y que tuvo una cifra enfrentada bien clara: ¡38 rebotes a 3 en el aro neoyorquino!.
Paul Pierce lideró a los locales con 29 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias y 4 triples, Jeff Green metió 26 tantos y Kevin Garnett hizo 13 puntos, 17 rebotes y 6 pases de canasta. Mientras, Jason Terry acabó con 18 puntos.
Quiso el destino que el jugador que recibió en el partido anterior el codazo de J.R., que fue Jason Terry, decidiera el cuarto choque. Los Knicks echaron de menos a Smith, pero sobre todo echaron de menos una circulación decente de balón. Mucho uno contra uno, escasez de pases extras y un 34% de acierto en el tiro fueron su penosa tarjeta de visita.
Carmelo Anthony metió 36 puntos, pero no fue oro todo lo que relució en su actuación. Se fue al descanso con un 3 de 15 en el tiro y acabó el partido lanzando 35 veces a canasta con dudoso tino, perdiendo 7 balones y fallando sus 7 intentos triples. No fue el Melo de las grandes ocasiones. Brilló Raymond Felton con 27 puntos y 4 triples e Iman Shumpert firmó un 12 doble en puntos y rebotes. Mientras, el argentino Pablo Prigioni fue de nuevo titular y en 28 minutos se fue a 3 tantos, 4 rebotes y 4 robos de balón.