Los Chicago Bulls han perdido estos días a uno de sus jugadores históricos de la década de los 70. El pívot de 7 pies Tom Boerwinkle falleció el martes a los 67 años tras una larga enfermedad dejando atrás una fuerte vinculación con la franquicia y algunos registros aún por superar.
El más destacado de esos registros fue sin duda el que logró el 8 de enero de 1970 jugando contra los Phoenix Suns. Aquel día, Boerwinkle capturó nada menos que 37 rebotes en un solo encuentro, una marca que a día de hoy nadie ha conseguido superar en la franquicia.
Boerwinkle, formado en la Universidad de Tennessee y elegido en el puesto 4 del draft de 1968, vivía por aquel entonces sus mejores años en la NBA, antes de que las lesiones complicaran su carrera. Años en los que su promedio reboteador superaba los 10 rebotes por encuentro, llegando a alcanzar los 13,8 en la temporada 1970-71, su mejor año en la liga.
Su carrera en la NBA sólo tuvo un equipo, los Bulls, con los que estuvo 10 temporadas, siendo el jugador que más tiempo ha militado en la franquicia de Chicago sin hacerlo en ningún otro equipo. Hasta hoy, sigue siendo el segundo máximo reboteador en la historia de la franquicia, el quinto jugador que más partidos ha disputado con la elástica de los Bulls y el octavo en asistencias, un dato muy destacable tratándose de un 7 pies.
Se alineó en aquellos Bulls con jugadores míticos como Jerry Sloan, Bob Love, Chet Walker o Norm Van Lier en la que fue la primera gran época de una franquicia que alcanzaría su cénit mucho más tarde, ya en los años 90, con Michael Jordan como estrella y Phil Jackson en el banquillo.
Tras su retirada, después de 635 partidos disputados con los Bulls, formó parte durante un tiempo del equipo de comentaristas televisivos de la franquicia y más tarde se dedicó, con éxito, al mundo de los negocios. Hasta fechas recientes seguía siendo habitual verle en las gradas del United Center apoyando al conjunto de Chicago. Una grada en la que se le echará de menos.