El alero turco de los Orlando Magic Hedo Turkoglu ha sido suspendido de empleo y sueldo por nada menos que 20 partidos después de dar positivo en uno de los habituales controles antidopaje que realiza la NBA a sus jugadores, según ha anunciado la propia liga.
No hay muchos detalles por el momento, pero sí se sabe que el jugador ha dado positivo por el uso de methenolone, un esteroide anabolizante, y que la suspensión entrará en vigor este mismo miércoles.
No es habitual ver positivos en los controles que realiza la liga y menos por el uso de esteroides, ya que las violaciones más habituales de la política antidrogas de la NBA suelen darse por el uso de drogas ‘recreativas’, como la marihuana o la cocaína.
Turkoglu no está teniendo precisamente un buen año. Se fracturó una mano nada más iniciarse la temporada y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. No pudo volver a jugar hasta finales de diciembre y hasta el momento sólo había podido participar en 11 partidos en los que sus minutos de juego han sido limitados, 17, y sus promedios realmente malos, 2,9 puntos y 2,4 rebotes con 1 de 24 en el lanzamiento triple.
Con la sanción de 20 partidos, amplia para lo que suele ser habitual en otro tipo de sanciones en la NBA pero escasa si tenemos en cuenta las sanciones existentes por dar positivo en otros deportes, Turkoglu podría aún jugar los 11 últimos encuentros de la temporada.
Turkoglu pide disculpas
Poco después de darse a conocer su suspensión, Hedo Turkoglu ha explicado en un comunicado emitido por el equipo que el positivo tendría su origen en la medicación que le suministró un preparador turco este verano para ayudar a recuperar su hombro lesionado. "No sabía que era una sustancia prohibida y no lo comprobé antes de tomarla", ha dicho.
"Asumo completa responsabilidad sobre cualquier cosa que entra en mi cuerpo", prosigue el jugador de 33 años en el comunicado, "Fue un completo error de juicio por mi parte y pido disculpas a la organización de Orlando Magic, la liga, mis compañeros y los aficionados de los Magic. Sé que he decepcionado a mucha gente y estoy verdaderamente apenado por mi error".
El general manager de Orlando, Rob Hennigan, ha mostrado en el mismo comunicado su comprensión y apoyo hacia el jugador por lo que "creemos que fue un error bienintencionado".