El hijo del ex jugador de la NBA Nick Van Exel tiene por delante una larguísima temporada en prisión. Nickey Maxwell Van Exel, de 22 años, ha sido condenado a 60 años de cárcel por asesinar a un amigo en 2010. La acusación había pedido para él la pena de muerte.
El jurado ya había declarado culpable al joven este jueves tras una deliberación de cerca de 2 horas y media, pero faltaba por decidir la pena impuesta, después de que la fiscalía hubiera solicitado la pena capital. Los miembros del jurado han sido más indulgentes que los acusadores y han optado finalmente por una pena de prisión, eso sí, de muy larga duración.
Los hechos por los que ha sido juzgado el hijo del ex jugador ocurrieron en diciembre de 2010 en el hogar familiar de los Van Exel en Garland (Texas), en el área metropolitana de Dallas, cuando Nickey disparó con una pistola a Bradley Bassey Eyo, amigo suyo desde la infancia, causándole la muerte.
La defensa del joven argumentó que se trató de un accidente, ocurrido cuando ambos jugaban con el arma sin saber que estaba cargada, pero el jurado no ha creído esa versión. A ello ha contribuido, sin duda, el hecho de que Van Exel, en vez de avisar a emergencias tras el disparo, cargó el cadáver de su amigo en un coche y trató de hacerlo desaparecer arrojándolo al cercano lago Ray Hubbard.
Uno de los momentos más emotivos del juicio fue el testimonio de Nick Van Exel padre, que jugó 13 años en la NBA en equipos como Lakers, Nuggets o Mavericks y a sus 41 años ejerce de asistente en Atlanta Hawks.
El ex jugador recordó los tiempos felices pasados con su hijo y su amigo fallecido y terminó al borde del llanto, con la voz quebrada, pidiendo perdón a la familia del fallecido. “Lo siento muchísimo por la familia Eyo. Nadie debería tener que pasar por esto. Nadie”, aseguró mirando a los familiares del muchacho asesinado.