Lakers tuvo 5 jugadores jugando a gran nivel para poder ganar a unos Nuggets que se resistieron hasta el final. Entre esos 5, brilló sobremanera la mejor versión de Pau Gasol, tremendo durante la primera parte y el cuarto final. El español sumó 40 de valoración.
Gasol formó esta vez una impresionante pareja interior con Andrew Bynum. Entre ambos, ¡sumaron 39 puntos, 35 rebotes y 10 tapones!. Además, surgieron como elementos claves Steve Blake, con 5 triples providenciales, y Metta World Peace, que reapareció tras 7 partidos de sanción para secar por completo a Gallinari y aportar una intensidad brutal.
El quinto hombre fue un insólito Kobe Bryant. La superestrella local renunció al tiro para pasar siempre al compañero, en el último cuarto se encargó de defender a Ty Lawson y le frenó en seco y en los últimos segundos metió el triple que enterró las esperanzas visitantes.
Denver luchó hasta el último suspiro, remontó 16 puntos de desventaja, pero se quedó a las puertas pese al gran partido de Harrington en la recta final.
L.A.Lakers 96 Denver 87 (4-3)
Apoteósico séptimo partido de la serie Lakers-Nuggets. La intensidad llevada al extremo, la vorágine rozando la locura, un último cuarto de playoff grande. El Staples rugiendo. Un final de fiesta realmente fantástico en el que Denver quedó fuera, pero luchó hasta el final para quedar dentro. Y en este monumento a la intensidad y agresividad bien entendida, tuvo cabida, y enorme, Pau Gasol, que se reivindicó a lo grande haciendo olvidar su penoso sexto partido.
Gasol hizo su mejor partido de los actuales playoffs y, posiblemente, uno de los mejores que se le recuerda en los últimos tiempos. Sus números hablan en parte de su juego, pero no lo dicen ni siquiera todo: 23 puntos, 17 rebotes (nada menos que 11 ofensivos), 4 tapones, 6 asistencias y sólo 1 pérdida en 41 minutos para una valoración de 40.
Formó con Bynum un tándem estelar en la pintura, pues Drew se fue a 16 puntos, 18 rebotes y 6 tapones. Steve Blake metió 19 puntos con 5 triples de 6 intentos y sacó su muñeca a pasear cuando peor lo estaba pasando su equipo y Metta World Peace sumó 15 tantos y defendió a lo grande. Gallinari, su víctima, acabó con 3 puntos tras meter 1 de sus 9 tiros. Kobe terminó con 17 puntos, 8 asistencias y sólo 16 intentos de cesta.
Fue el repóker de jugadores, los 5 magníficos. Porque esta vez Sessions no tuvo ningún peso y no llegó ni a los 20 minutos de juego y Barnes se quedó en 6 minutos.
El partido fue una auténtica locura, maravillosa, eso sí. Al descanso se llegó con un 48-42 para Lakers tras un palmeo sobre la bocina de Pau Gasol, el mejor de lejos en los 2 primeros cuartos. El de Sant Boi se fue a vestuarios con 13 tantos, 7 rebotes y 5 asistencias. Blake ya llevaba 11 puntos, los mismos que Lawson, el mejor de Denver.
El tercer cuarto fue la escenificación de lo que son estos Lakers, capaces de lo mejor y de lo peor en un abrir y cerrar de ojos. El inicio del cuarto fue una oda al baloncesto Lakers que se tradujo en que el equipo local se fuera por 16 puntos (62-46). Todo parecía decidido. Denver estaba desarbolado y en un tiempo muerto se vio cómo Brown, Gasol y demás miembros de los Lakers sonreían satisfechos, como si ya hubieran hecho los deberes. Craso error.
A partir de ahí, todo cambió hasta que los Lakers se tambalearon y todos pensamos que el equipo se iba a despedazar. Parcial de 6-22 para que Harrington empatara a 68 a 52 segundos del final del tercer cuarto. Y final del cuarto con 69-68 para Lakers.
La reanudación del juego no fue más benévola con los californianos, ya que 5 puntos de Harrington en un uno contra uno ante Bynum y un triple tras desajuste ofensivo llevaron el marcador a un 69-73 y el parcial a un 7-27. El Staples había pasado de la euforia a los murmullos de pánico.
Ahí, en ese momento delicado, es cuando surgieron Blake y MWP en plan salvadores. Poco después, Pau Gasol protagonizaba una jugada increíble al meter una canasta tras palmear 4 veces sus propio intento de cesta. Hercúleo, colosal. Y más tarde entraba en acción también Andrew Bynum. Mientras, Kobe frenaba en seco las acciones de un Ty Lawson hasta entonces estelar y los Lakers, poco a poco, empezaban a construir una pequeña diferencia.
Afflalo aún puso el último escollo al triunfo local al meter un triple que colocó el 89-84 para Lakers a un minuto del final, pero Bryant respondió con otro triple para cerrar cualquier duda. Acababa poco después un último cuarto enorme, una recta final de partido intensa, salvaje, caótica, exigente, sin pausas, sensacional. Un partido precioso en el que ambos equipos calcaron su tiro de campo (35 de 89) y en el que se capturaron nada menos que 47 rebotes ofensivos -24 locales y 23 visitantes-. Y en el que los Lakers pusieron 14 tapones y lanzaron bien de 3.
Denver se iba con la cabeza bien alta, fieles al espíritu inculcado por su entrenador, George Karl. Sus playoffs acabaron pese a los 24 puntos de Harrington y Lawson y los 15 de Afflalo. McGee y Faried capturaron 24 rebotes, pero metieron sólo 12 puntos y estuvieron a merced de Gasol y Bynum, que acallaron muchas bocas.